AGUAS FUERTES (R.ARLT)

Publicado por
@SILMAB

08/08/2006#N10957

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ROBERTO ARLT
AGUAS FUERTES

PORTEÑAS


Hoy he recibido una carta que me ha hecho sonreír largamente.
Una lectora, que considero jovencita, me escribe, entre otras cosas:
"Dice usted que ha conocido a muchas personas que querían triunfar para poder humillar profundamente a alguien. Pues bien: yo soy una de ellas. La vida no me interesa considerándola desde un punto de vista objetivo o impersonal; y si no fuera porque odio tanto a una persona, con seguridad que ya me habría eliminado. El odio es lo único que sostiene mis energías, y a la finalidad por él engendrada es a lo que dedico todas mis fuerzas. A otra persona, una ofensa o un insulto, se lo hubiera perdonado. ¿Pero a él? ¡Ah! ¡Cada vez que me acuerdo, me hierve la sangre en las venas! Ahora todas mis acciones concurren a un mismo fin: prepararme admirablemente, en todo sentido para cuando se me presente la oportunidad, humillarlo, como él me humilló a mí"

¡Qué interesante! ¿No?
He sonreído largamente, y mientras miraba el vacío que mi cigarrillo llenaba de espirales de humo, me he dicho:
-¡Qué curiosa es el alma humana!
Esta jovencita, que posiblemente estaba destinada a casarse con un excelente muchacho, y a convertirse en una madre prudente y experimentada, ha roto con la vida, y se dedica a trabajar para triunfar, y así satisfacer un "odio que sostiene sus energías".
Sin duda alguna, todo esto es interesante. Más aún, revela la utilidad de las ofensas, lo cual puede considerarse un razonamiento trivial o cínico, a simple vista, pero que esencialmente, significa lo contrario.
Hay almas que sólo despiertan del embotamiento en que yacen sumergidas, por la presión de sucesos terribles.
Incluso, los necesitan, para que en ellas reaccionen los valores básicos. Son como los explosivos de alto poder, que únicamente desarrollan potencia, cuando se los prensa a centenares de libras por pulgada cuadrada.
Yo creo…
Creo profundamente en las posibilidades de estas almas humilladas, justa o injustamente, que desde su interior anhelan hambrientas el triunfo para borrar con el esfuerzo del éxito la magulladura terca que les ha quedado en el alma.
Más aún, cuando conozco un caso así y las posibilidades de éxito lo acompañan, me alegro infinitamente. Pasan por mis ojos los trabajos silenciosos a que ha debido someterse el alma en lucha; reveo sus aislamiento, los esfuerzos mentales, esos "¿qué dirá?", la rabia sorda por llegar y los revivo con tanta intensidad como si fuera yo el que se encontrara en la danza del comienzo.

Lo que no creo, es en los efectos que el triunfo causa en los individuos odiados. Un hombre que se sabe odiado por una mujer, encuentra en este odio un motivo de alegría, salvo que sea un perfecto idiota. Un hombre inteligente, que ve triunfar a la mujer que lo odia, si la quiere, vive momentos de felicidad tan profunda que ese mismo odio le parece una merced inmerecida. Esto puede parecer una simple frase de circunstancias, pero la alquimia del alma es tan singular, que cuando todos los motivos con se abona el odio se han agotado, el alma, que no puede vivir sin el "leiv motiv" que produce la sensación de odio, convierte este odio en un sentimiento amoroso. El único odio espantoso es la indiferencia. Pero cuando se quiere triunfar para "humillar profundamente a alguien" la indiferencia no existe. Además, ¡qué diablos! quien va por el camino del éxito tiene derecho a odiar diez años, como lo pretende esta inteligente joven que me escribe.

¿Tan graves injurias ha recibido? ¡Diablos! Además, se me ocurre que esta chica exagera. ¿Fue tan "ofendida" como ella lo cree?
"Ahora todas mis acciones concurren al mismo fin: prepararme admirablemente en todo sentido, para cuando se me presente la oportunidad, humillarlo como él me humilló a mí".

Todo llega. Todo llega en la vida, niña. Incluso el éxito, que es lo que más tarda en llegar. Cuando usted haya realizado sus propósitos de odio, entonces conocerá la existencia un poco más que ahora. Entornará los ojos con un poco de sueño y mirará en redor. Contemplará el espectáculo del mundo, los seres humanos que van y vienen como hormigas un poco estúpidas (porque las hormigas no realizan actos inútiles)… Pero, ¿para qué anticipar el futuro? Anticiparle el futuro a una persona es imposibilitarla para realizarlo. Y a una joven que quiere triunfar y que trabaja para ello, no hay que descorrerle nunca el velo del mañana. Porque el mañana es un derecho cuya exclusividad pertenece a los que se sacrifican para conseguirlo.

Trabaje, jovencita. Trabaje mucho. Para triunfar, a veces no son necesarios cinco millones de minutos. Y conserve cuidadosamente a su odio. Cuando haya triunfado, es decir, cuando el odio no le sea necesario, éste, como un esclavo discreto, se marchará de su casa. Y usted irá: "A pesar de todo, ¡la vida es linda!"


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El presente artículo fue publicado en el diario EL MUNDO, el día 10 de octubre de 1931.

 

Comentarios

@MABE

08/08/2006

Silmab: Hoy parecés decidida a hacerme feliz con las lecturas. ¡Roberto Arlt, junto a Rodolfo Walsh! ¡Gracias! Besoos Mabel  
@QUIQUERAF

08/08/2006

ese es mi ídolo ROBERTO ARLT: el que decía "escribo ideas....no ortografía..."  
@LUNA_DE_ABRIL

08/08/2006

ME PARECE BARBARO ESTE TEXTO Y CUANTA MORALEJA DEJA YA QUE EL ODIO SIN QUERER PASA A SER EL MOTOR EN LA VIDA Y EN LOS LOGROS DE ESTA MUCHACHA. QUE A LA MEJOR CUANDO YA LO OBTENGA NI SE ACORDARA DE LA VENGANZA PARA HUMILLARLO. PERO BUENO TODOS DEBEMOS FIJARNOS UNA META ASI TENEMOS PORQUE LUCHAR Y LOGRAR TODO LO QUE NOS PROPONGAMOS EN ESTA VIDA... SINCERAMENTE BUENISIMO !!!! LUNI!!!