SIN SECRETOS: Pareja funcional

SIN SECRETOS: Pareja funcional

La pareja funcional no sólo es definida en términos de interacción, como lo enfocan muchas teorías y marcos teóricos. Lo que caracteriza una relación de pareja saludable no es sólo la conducta deseable entre ellos, sino más bien un contexto de relación saludable.

La pareja funcional no sólo es definida en términos de interacción, como lo enfocan muchas teorías y marcos teóricos. Otros, como Nagy y el marco contextual, más bien la enfocan en términos éticos y de justicia relacional, lealtad, ya sea entre los miembros, socialmente (dentro de los sistemas sociales) y contextualmente (dentro de los sistemas más grandes).

Lo que caracteriza una relación de pareja saludable no es sólo la conducta deseable entre ellos, sino más bien un contexto de relación saludable. Veamos:

1.— Hubo un período romántico de intensa infatuación, enamoramiento.

2.— Ambos muestran una lealtad constructiva —no necesariamente excesiva— hacia su familia de origen y hacia los legados familiares.

3.— Cada miembro ha sido capaz de separarse amigable y efectivamente de su familia original. Despedida sana y relación armoniosa con su familia de origen.

4.— Cada uno conserva los valores positivos de su familia y mantiene un vínculo emocional con ella.

5.— Cada cónyuge es capaz de mantener sus amistades y compromisos íntimos fuera del círculo familiar.

6.— A diferencia de las relaciones padre-hijos, que son asimétricas, o sea, la autoridad, las decisiones últimas, las reglas, etc. las tienen los padres. Dicho llanamente: el hijo se encuentra por debajo de los padres, en una posición de dependencia, desigual. La de los esposos es simétrica, esto quiere decir, debe haber un tomar y dar igual y un equilibrio en las relaciones, donde cada uno ha contribuido con el otro, en forma recíproca entre ellos. Son iguales, manejan igual poder, están al mismo nivel.

7.— Hay un alto grado de "encaje", de "acople" entre las expectativas que cada miembro tiene del otro (basado en experiencias pasadas) y el derecho ganado de cada uno de recibir porque ha dado, o lo que es lo mismo, tomar y dar es real, es justo, es funcional. Ninguno se siente usado, ninguno siente "que se regala".

8.— La sexualidad entre ellos continúa aun en el ciclo de la tercera edad. Por igual el deseo sexual.

9.— Hay un balance de dependencia entre ellos. Existe una verdadera interdependencia, funcional y sana.

10.— Se espera que cada uno de ellos se volverá hacia el otro(a) en lo que respecta a las necesidades de dependencia, especialmente, en el último ciclo de sus vidas (la vejez).

11.— Se sobreentiende también que este soporte físico/emocional sea mutuo.

12.— Cada miembro tiene la capacidad de asumir la responsabilidad por las consecuencias de actos injustos o de conductas no dignas de confianza.

13.— Cada miembro debe actuar para reparar o restaurar la relación si hay una crisis.

En pocas palabras:

Que una pareja sea funcional no sólo depende de la conducta y relación entre ambos. La familia de origen y el contexto en que se desarrolla dicha relación también deben ser saludables, funcionales.

Es fundamental haber hecho un buen divorcio de la familia de origen y seguir manteniendo una relación con ella, conservar sus legados, sus valores.

Deben asumir responsabilidad cuando se han herido y estar dispuestos a reparar la confianza, la relación.

Siguen deseándose y teniendo relaciones sexuales aún a la tercera edad.

Hay un dar y recibir justo, tienen una relación simétrica y son interdependientes.

Fuente:
La Opinión
www.laopinion.com

 

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