Escrito por
@MELARA52

09/01/2007#N13339

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Dos besos matinales

Parida con dolor
de tus ojos oceánicos
permanezco silente
a la espera
de los besos
en las aureolas lilas
imantadas de tu boca
con que me amanecías la vida
en cada sol sobre la almohada
del indeseado reposo.


Deliberadamente yo/ deliberadamente vos

Solo para sostener
la intencionalidad
de la desatendida espera doliente
DELIBERADAMENTE
duermo cada noche
aferrada a tu pañuelo perfumado.

Cada vez que lo huelo
unos ojos de mar
me inundan
de esperanza de arrabal y tango.

Entonces bailo
con soles de obeliscos
y alfileres grises lluviosos
cayendo sobre impermeables oscuros.

Solo para no olvidar a aquel que vino
de una vez y para siempre
a llevarme deambulando
como un mascarón de proa
de su barco sin puerto
y sin memoria.



Como Heráclito

Me bebí de la misma copa y de un solo sorbo
tus antiguas lágrimas
y tus jugos urgentes.
En la misma noche
que te encontré jubilosa volví a dejarte otra vez.
Pero ahora impasible,
sólo para comprobar que estaba viva.

En la misma cama de la misma casa de Almagro
Donde lloré por última vez
Ese mismo nombre
Del hombre que amaría hasta el final

De este mismo día
en que puedo por fin sepultar
sin duelo
esa misma copa, cama y hombre,
arrojarlos
como papelitos de colores
al mismo río
al que nadie
vuelve dos veces.



Domesticación


No es sublime el amor
ni tolerante
ni paciente
no es pasaje
partida
ni llegada

Es solo humano
e hijo de inexplicables oscuras miserias:
Abyecto será el amor del miserable
cruel el del posesivo
amargo el del desconfiado
vengativo el del inseguro
trofeo del hombre insatisfecho
mantel y cama del mercader.

Y no tener un lugar
donde domeñar
el corazón.


Resiliencia

Si no dejé que la desazón me invadiera,
Si nunca acepté
Las arrolladoras componendas políticas,
Si no sucumbí al soliloquio egoísta
De algunos sometimientos masculinos,
Si permanecí incólume
En absoluta soledad
Amarrada a la infinita enredadora de mis hijos.
Madre.
Si no me suicidé

Es porque todavía amanece conmigo
La infatigable imagen de tus manos gastadas,
En el delantal mojado
Y lavando la ropa
de cinco huérfanos
En el luminoso patio viejo
Que solo la luciérnaga de tus manos
podía encender.


 

Comentarios

@SUSANA-CANTARES

11/01/2007

Doloroso hasta el final, igualmente me gusto tu poema (si te toco vivirlo ojala que las luciernagas iluminen un nuevo camino hacia el amor. Susana