...Y todo por Bonifaci

Escrito por
@OILIMEYER

28/01/2007#N13646

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—¿Hola?.. Sí, Bonifaci. ¡Estamos llegando en diez minutos!.. Si, ya se que te lo dije hace veinte, pero el puente de Sorrento está clausurado y tuve que desviar... Si, perfecto, okey, en diez minutos —colgué el celular, acelerando el auto y los decibeles de mis insultos—. ¡Pero que rompehuevos! ¡El laburo lo va a tener a tiempo!
—Bueno, Fernando, no te calentés. Ya sabés que cuando pide un laburo es así de seguidor…
—No, Silvina. No es seguidor. Es un perseguidor. ¡Es un rompehuevos! No vamos a llegar antes porque llame cada cinco minutos. Además, ¿por qué carajo pide las cosas siempre a último momento? Y mirá como está este camino… ¿Tenés todo en la carpeta, no?
—Si. Quedate tranquilo y mirá al frente.
El pavimento es un desastre y encima estos colectivos de mierda que doblan y toman la calle como si anduvieran solos.
—¡Uy! ¡Que baches que tiene este paso a nivel! Voy a tener que cruzarlo como carreta —no entendí a Silvina— ¿Qué?
—¡Fernando! ¡Mirá el tren!
Volteo mi cabeza hacia la izquierda, y veo por mi ventanilla la trompa enorme de la locomotora, como si fuera una foto gigante a escasos diez metros de mi puerta. ¿Cómo no la vi? No hay una puta barrera ni cruz de San Andrés ni… Silvina grita. Mi mano pone segunda y mi pie derecho golpea con fuerza el acelerador. No yo.
El tiempo pasa muy despacio mientras veo que la calzada se va alejando de mí, como si me fuera elevando en un helicóptero. La cola de papel del auto se deshace, y los cristales estallan, bailando una danza que me detengo a observar con detalle. Giramos sobre nosotros mismos, aterrizando finalmente, del otro lado de las vías y en sentido opuesto al que veníamos.
De pronto, me descubro mirando pasar los vagones. Es el Central Argentino. Vagones y contenedores que no se acaban nunca. Azules, rojos, grises…
—¡Silvina! ¿Estás bien? —no contesta, pero está bien.


—¡Que bárbaro¡ ¿Están heridos? —pregunta un chofer, que viene corriendo desde su colectivo.
Suena el celular. ¡La gran puta! ¡Seguro que es Bonifaci! Silvina está shoqueada y si contesto yo, lo reputeo. Estiro el brazo y recojo el celular del piso y le presto mi atención al preocupado colectivero.
—No, señor. Estamos bien, gracias a Dios. El tren nos agarró apenas, que si no… ¿Me haría un favor? Atienda mi celular y dígale a Bonifaci que eh… que llegamos en diez minutos.

 

Comentarios

@SUSANA-CANTARES

29/01/2007

Hay de todo en la viña del señor, tambien hay Bonifacis (mezcla de extraterrestre con con tipo rompe...con poder de policia.Igualmente a cada paso, y en cualquier lugar hay un Bonifaci(el chofer del colectivo y su inspector, el kiosquero y la afip, el dueño y el administrador o el portero. y ni que decir de ciertos jefes, que creen que el empleado vive en el piso de arriba de la oficina y no tiene vida propia. Suerte y que no se les crucen muchos Bonifacis por el camino. susana