Primeros pantalones largos.

Aunque no lo puedan creer
era yo tan chiquitito
que cuando me los iba a poner
me subía a un banquito.

Debía ser porque eran
los pantalones del viejo,
el viejo que según ella
se había ido tan lejos.

Ahora grande y a su vez
con hijos y con mujer
recuerdo tan triste historia
que paréceme soñé
de aquella primer vez
en que me puse los largos
y hasta me tiembla la voz
cuando me pongo a contarlo.

 

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