Historias de café....

Hoy sali mas temprano. Y sin dudar me fui hasta el café. Qué placer es sentarse allí, leer, mirar, observar, dibujar... es ir dándose el tiempo para ir descubriendo ..
En una mesa pegada a la mia, se sentó una pareja. Al principio lo que se decían era inaudible, parecian susurros.
Pero a medida que los minutos pasaban, ya no lo eran. Escucho la voz de él, y trato de recordar quien es, porque me resulta muy "familiar". Mientras escucho una explicación que intenta darle a la dama allí presente:
"-Si financio la deuda de la tarjeta, me la sacan. Va a ser mejor, tratar de no usarla por un corto tiempo e ir pagando lo que venga.
-Ella- ¿Y porque no sacas otra tarjeta en otro lado? ¿Porqué no podemos usarla? Te la tienen que financiar y dejartela, o ¿te vas a dejar pisotear?
-Mejor dejemos el tema acá y después en casa lo seguimos hablando..."
Y las voces volvieron a ser un susurro que duro cinco minutos más . Cuando se fueron puede verlos. Alli lo reconocí. Era "el tano" y esa es la mina de quien había oido hablar. Hacía tiempo que no lo veía, pero si había escuchado sobre él. Y sentí una gran tristeza. Él, separado, de 54 años... ella, soltera de 22. Él ya había perdido uno de sus negocios, y si no fuera por su padre también la casa donde vive. Ella toda una experta en sacarle hasta el último centavo. Y él, ¡¡aún pavoneandose ante sus amigos por salir con una pendex!!. ¿Será el precio que "debe pagar" por estar con alguien asi y mostrar como si fuera un objeto? Recuerdo que al principio sus amigotes decian "grande tano"... ya ahora solo dicen "esa minita lo está usando".. ¡Que contradictorio! El único realista fue su padre desde un comienzo, en sus maduros 80 y tantos... "mi hijo es un bolu..o", "no ve quien está a su lado"...
Y bueno, tal vez, cuando sus bolsillos terminen de vaciarse y se golpee aprenda a empezar a ver. Hoy sigue ciego. Parece la historia del cazador, cazado...
El bar se fue llenando. Las mesas todas ocupadas. Las luces se encienden. Es hora de ir volviendo a casa...

 

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