Una despedida con humor: Oda a La Peluda

Oda a "La Peluda"


Por esas cosas azarosas de la vida

la conocí una noche en un invierno crudo

en esa casa había estado yo mil veces

pero tratar de recordarla era al ñudo



Y el destino habrá querido un día unirnos

ya que nunca de sus placeres gozado había

fue imposible intentar recordar su aspecto

pues antes la tenía mi amiga por ahí escondida



Al verla me invadió una tentación inmensa

a pesar de que yo nunca del todo la poseería

entre amigas hay códigos que son de fierro

y si Ella era suya nunca sería del todo mía



Compartámosla! sugirió una madrugada mi amiga

Cómo se hace para decir no a delicia semejante?

Mi cuerpo se salía totalmente de la vaina

y me cambió de cuajo hasta el semblante



No podía dejar de verla, de acariciarla

su calor infernal me cubría, me envolvía

me transporté, me eleve al infinito

y a la realidad ya volver no quería



Me fundí en ella y luego caí en sueño profundo

y al emprender la retirada al otro día

confieso que la extrañé, que pensé en ella

Y cuando rápidamente reencontrarla podría



Pasó el tiempo, aprendí hasta a quererla

y como me enseñaron, también a compartirla

somos ya varias las que la disfrutamos a diario

Y Ella a todas nos inunda de dicha y alegría



Es firme pero suave, cálida y abierta

Señoras y señores aquí no quepa duda

si alguien está necesitado, que solo lo diga

y con gusto compartiremos La Peluda!

 

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