Tarde de Verano

El agua describe círculos bulliciosos que se reflejan en el agua del mar en esta hermosa tarde de verano, mientras las aves vuelan libremente luciendo sus bellos plumajes, paseándose orgullosas, sin prisa, sin miedo, por el inmenso cielo azul, el silencio se ve roto únicamente por el cántico de sus trinos reflejándose su sombra en la despedida del día, una sóla mirada anunciando una sóla vida y un sólo pensamiento, contemplo con admiración el lago mientras intento capturar en la noche una pequeña isla y descansar allí en un profundo y dulce sueño.

Puedo ver una ligera niebla que va inundando el lago, la quietud en el agua, y puedo escuchar los sonidos que se hacen eco mientras lentamente llega el anochecer, el reflejo de las aves en el agua va dibujando formas inexistentes, brillantes, es la luz que queda, empiezo a sentir frio, un frio que limpia mis ojos y mis pensamientos como si el tiempo se hubiera detenido en este mismo momento.

A lo lejos, se van formando nubes que atraen al sol en sus brazos para acunarle una noche más, timidamente él se va ocultando dejando a su paso estelas de color rojizo en medio del agua, dándo paso a la luna que empieza poco a poco comienza a despertar, ahora las aves buscan un rincón para dormitar, el calor de un árbol cercano al islote donde poder refugiarse y una vez más vuelvo a escuchar el murmullo del agua que me hace sentir viva.

Mirando lo que queda de la tarde, contemplando las imágenes que se reflejan en el agua, admirando una vez más la hermosa puesta del sol, me he sentido arropada por su calor, esta vez no cerraré los ojos, esta vez voy a contemplar toda su belleza y esplendor en la quietud del mar, en medio del silencio, junto al reflejo rojizo del agua, en los ojos de las aves, entre la bruma callada, y después sí, después cerraré los ojos para nuevamente volver a despertar porque estoy segura de que cuando lo haga volveré a encontrar un nuevo amanecer, volveré a sonreir una vez más.

Mapuka

 

---