HISTORIAS SOLIDARIAS -TAPA DE CLARIN

Publicado por
@ASERET

27/08/2007#N17102

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Crece el número de argentinos que ayudan al país desde el exterior

En 2003 eran unos 50 donantes. Hoy suman más de 1.400. Para recaudar fondos organizan asados, mateadas, milongas. En casi cuatro años obtuvieron 1.160.000 dólares para proyectos de 55 organizaciones.
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Los atrae el olorcito a asado. Los envuelve el tango. Los arrima el mate. Los abraza el fútbol. Los pegotea el dulce de leche. A miles de kilómetros del terruño, a estos argentinos no los une la morriña sino el compromiso con el país que dejaron. Y cada vez son más los compatriotas radicados en el exterior que se reúnen para ayudar a organizaciones de la Argentina.

Buena parte de este flujo se canaliza a través de Help Argentina, una entidad sin fines de lucro creada en 2003 por un joven estadounidense (ver El mentor), que funciona como puente entre los voluntarios y las organizaciones.

A fines de ese año, Help Argentina había cosechado algo más de 50 voluntarios. En la actualidad suman más de 1.400 los argentinos que colaboraron desde el exterior, y que convencieron a más de 1.100 extranjeros, en 23 países, de que su aporte será útil para aliviar o hacer crecer a muchos argentinos necesitados.

Si hay que ponerlo en números, son 1.160.000 dólares que llegaron en forma directa a proyectos de 55 organizaciones. Instituciones grandes o modestas; dedicadas a los niños o a los discapacitados, a la generación de empleo o a la educación, a la salud o al medio ambiente; en todos los casos, elegidas por el propio donante, a quien le rendirán cuentas de cada centavo recibido.

Por la misma fecha surgieron otras agrupaciones de argentinos en el exterior, en los países más desarrollados. Los acercó la nostalgia, los fusionó el afán por reencontrarse con los atributos de la identidad, y los mantiene unidos la certeza de que sus esfuerzos darán la zafra prometida.

Es el caso de Agustín Rubini (28), un economista anclado en Londres hace dos años, que está preparando Love Argentina, una fiesta que tendrá lugar el 9 de setiembre a bordo de un barco en el Támesis. "Vamos a mostrar al mundo todo lo bueno que tenemos, y a la vez recaudar dinero para proyectos solidarios en Argentina a través de la Asociación de Profesionales Argentinos en el Reino Unido", se entusiasma.

Habrá comidas típicas, clases y show de tango, que son los ingredientes casi infaltables de estas juntadas solidarias. Desde hace dos años se promueve "La Noche Help Argentina", cualquier día de setiembre: el anfitrión invita a amigos, conocidos o compañeros de trabajo a una comida -empanadas, mate con tortas fritas, asado- donde, mientras se habla del presente de la patria, se recaudan fondos y se decide a qué institución enviarlos. En 2005 participaron 1.200 personas, y en 2006 fueron unas 2.000, en 73 cenas de 34 ciudades de 14 países.

"La donación siempre será el resultado de un proceso de concientización, a partir de que esa persona se sienta identificada", explica Jan Larsson. Por eso hablan de embajadores sociales -"personas que trabajan a pulmón para apoyar causas sociales en el país", define-, y de inversores sociales. "No queremos que sea una cuestión de caridad, sino que comprendan el impacto que su aporte puede tener en la vida de una persona", define Milagros Olivera, directora ejecutiva de Help Argentina.

Esta es la razón por la que muchos donan para proyectos vinculados con la educación, en especial jóvenes que han estudiado en la universidad pública. A tal punto llega el compromiso, que le suman trabajo voluntario y regresan para ver personalmente los resultados de sus esfuerzos.

Cerca de un millón de argentinos viven fuera del país. "No creo que todos quieran donar -se sincera Olivera-. No hay que olvidarse de dónde estábamos hace 30 años. Tuvimos que aprender a vivir en democracia. Las primeras organizaciones que se fundaron, fueron las de derechos humanos. Con la crisis descubrimos que la mitad del país es pobre; apenas pasaron cinco años".

"Hay más ayuda porque la gente cree más", agrega."El desarraigo va uniendo a las distintas generaciones de la diáspora. Tal vez la forma más concreta de mantener un vínculo con el país, es canalizar algún recurso -interpreta Carlos March, director de Help Argentina-. Nadie es tan fuerte como para hacer todo solo, ni nadie es tan débil como para no poder ayudar".




 

Comentarios

@LATINA

28/08/2007

Muy linda nota. Gracias por subirla.