DICEN QUE DICEN
Escrito por
@KOPSI
Dicen que dicen que, después de los cincuenta
nos volvemos invisibles.
Que dejamos de ser protagonistas de la vida,
haciendo lugar a los más jóvenes,
que empujan el tiempo con ímpetu.
Porque en el mundo en que vivimos
sólo se tiene en cuenta la fuerza de los años jóvenes.
No lo sé, sencillamente, y tampoco me preocupé por averiguarlo.
De lo que estoy segura es que jamás disfruté tanto de mi vida,atesorando cada momento, como ahora,
en que soy tan consciente de mi existencia.
Como no lo hice antes, cuando era más joven.
Como cuando era más joven y tenía más fuerza.
Ahora ya estoy segura de que no soy la princesa de los cuentos,ésa del castillo, libre o encerrada en la torre.
Y porque lo sé, no espero al príncipe azul que venga
a rescatarme montado en su caballo blanco.
No necesito al príncipe azul,ni tampoco a un dragón para que me ande custodiando.
Hoy me reconozco como mujer, con capacidad para amar.
Sé que puedo dar sin pedir algo a cambio.
Tengo conciencia de mis logros y de mis limitaciones.
Pero tengo bien en claro que no debo dar todo lo que me piden, sino todo lo que quiero dar, libremente y sin presiones.
Solamente así es como puedo sentirme bien.
Me reconozco en mis miserias y grandezas.
En mis aciertos y en mis errores.
Puedo darme el lujo de equivocarme y, a pesar de ello,
sentirme igualmente bien.
Aunque hablen de mí de frente o a mis espaldas,
porque no cumplo con las expectativas ajenas sino con las propias.
Y como si todo lo que dije fuese poco, sé que coseché el amor de amigos.
Porque hice la siembra en el momento adecuado.
Incluso algunos me respetan así como soy, un poco loca y bastante mandona. O al revés... ¿qué más da?
Pero no ignoro que soy obstinada y habladora, besadora y cariñosa,y aún así, tengo mis momentos tristes,
de ésos que me hacen llorar.
Cuando me miro en el espejo me veo como soy ahora.
La jovencita se fue hace rato. Pero no la cambio por como soy hoy.
Sigo corriendo detrás de mis sueños, pero ahora tengo paciencia y espero que se concreten.
Hoy soy consciente de que, por más que ame el mar, no puedo retenerlo.
Sólo admirarlo y valorarlo en toda su grandeza.
Cuando me alejo de él no es con un adiós definitivo, porque he de volver a verlo.
Y con sólo mirar a mis amigos veo que tenemos tanto en común:
Recorremos el mismo camino porque somos peregrinos de la vida.
Y a veces nuestros pasos se escuchan juntos.
Hoy sé lo que antes ignoraba: Que la única hacedora de mi felicidad soy yo.
Y también sé que el viento quiere abrazarme, pero depende de mí el sentirlo.
Sé que he demorado mucho en madurar, y sé que amo la vida,
porque es muy hermosa… y porque la he visto partir demasiadas veces.
Hoy me doy cuenta que lo que dicen que dicen no es cierto:
No soy una mujer invisible. Sólo soy una mujer diferente.
nos volvemos invisibles.
Que dejamos de ser protagonistas de la vida,
haciendo lugar a los más jóvenes,
que empujan el tiempo con ímpetu.
Porque en el mundo en que vivimos
sólo se tiene en cuenta la fuerza de los años jóvenes.
No lo sé, sencillamente, y tampoco me preocupé por averiguarlo.
De lo que estoy segura es que jamás disfruté tanto de mi vida,atesorando cada momento, como ahora,
en que soy tan consciente de mi existencia.
Como no lo hice antes, cuando era más joven.
Como cuando era más joven y tenía más fuerza.
Ahora ya estoy segura de que no soy la princesa de los cuentos,ésa del castillo, libre o encerrada en la torre.
Y porque lo sé, no espero al príncipe azul que venga
a rescatarme montado en su caballo blanco.
No necesito al príncipe azul,ni tampoco a un dragón para que me ande custodiando.
Hoy me reconozco como mujer, con capacidad para amar.
Sé que puedo dar sin pedir algo a cambio.
Tengo conciencia de mis logros y de mis limitaciones.
Pero tengo bien en claro que no debo dar todo lo que me piden, sino todo lo que quiero dar, libremente y sin presiones.
Solamente así es como puedo sentirme bien.
Me reconozco en mis miserias y grandezas.
En mis aciertos y en mis errores.
Puedo darme el lujo de equivocarme y, a pesar de ello,
sentirme igualmente bien.
Aunque hablen de mí de frente o a mis espaldas,
porque no cumplo con las expectativas ajenas sino con las propias.
Y como si todo lo que dije fuese poco, sé que coseché el amor de amigos.
Porque hice la siembra en el momento adecuado.
Incluso algunos me respetan así como soy, un poco loca y bastante mandona. O al revés... ¿qué más da?
Pero no ignoro que soy obstinada y habladora, besadora y cariñosa,y aún así, tengo mis momentos tristes,
de ésos que me hacen llorar.
Cuando me miro en el espejo me veo como soy ahora.
La jovencita se fue hace rato. Pero no la cambio por como soy hoy.
Sigo corriendo detrás de mis sueños, pero ahora tengo paciencia y espero que se concreten.
Hoy soy consciente de que, por más que ame el mar, no puedo retenerlo.
Sólo admirarlo y valorarlo en toda su grandeza.
Cuando me alejo de él no es con un adiós definitivo, porque he de volver a verlo.
Y con sólo mirar a mis amigos veo que tenemos tanto en común:
Recorremos el mismo camino porque somos peregrinos de la vida.
Y a veces nuestros pasos se escuchan juntos.
Hoy sé lo que antes ignoraba: Que la única hacedora de mi felicidad soy yo.
Y también sé que el viento quiere abrazarme, pero depende de mí el sentirlo.
Sé que he demorado mucho en madurar, y sé que amo la vida,
porque es muy hermosa… y porque la he visto partir demasiadas veces.
Hoy me doy cuenta que lo que dicen que dicen no es cierto:
No soy una mujer invisible. Sólo soy una mujer diferente.
Más notas de Historias de amorVer todas
Más notas de Historias de amor
EL REY ENAMORADO
@BAIRESHOY 20/03/2008
Esta es una historia de amor
@MONICA 28/07/2018
Jugando al ajedrez con mailen
@SERGIO 12/11/2018
A veces se desea tanto algo que la visin se nos nubla y perdemos aquello mismo que deseamos.
marina2"Lo imposible solo tarda un poco ms"
Paolo RagoneARG
HOMBRE de 53 en Tres de Febrero
Usuario de prueba encontrarse.com Lo utilizamos para realizar pruebas del s
¿CONOCERLO?
Más Hombres