Los latifundistas de la comunicación

Publicado por
@QUIQUERAF

21/07/2008#N22574

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La abundante colección de manipulaciones y distorsiones informativas, en torno al conflicto del 'campo', revela que lo que aparece como simpatía por la causa es en realidad solidaridad de clase entre los dueños del campo y los dueños de los medios, hermanados en su condición de captadores de renta extraordinaria.

La judicialización de la protesta, tema principal del programa de Mariano Grondona; la Marcha de la Bronca, difundida en radio Cadena 3; Enrique Lacolla, desafectado de La Voz del Interior por criticar la posición del 'campo'; el repentino interés por arrimarle micrófonos al 'pueblo', manifestantes que -palabras más, palabras menos- siempre expresan: '¡Andate, montonera hija de puta!'; la indisimulada alusión a categorías como 'piqueteros blancos' y 'piqueteros negros', y los aprietes -desde ambos bandos- a los pocos que intentaron cubrir el conflicto con honestidad, son apenas algunas de las postales, cargadas de arbitrariedad e hipocresía, con que se va editando la película del conflicto Gobierno-agro en los medios masivos de comunicación.

Son episodios emergentes de la solidaridad de clase que cunde entre las grandes corporaciones periodísticas y las entidades empresariales del agro, en conflicto con el Gobierno por su política de retenciones móviles a las exportaciones de soja. Una sintonía que revela el estrecho parentesco entre sus intereses económicos, que en algunos casos convergen directamente en mega-eventos como la 'Expo Agro' -organizada por Clarín, La Nación y La Voz del Interior-, y en general hermanados en la condición de capitales rentistas.

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Esto permite entender por qué las empresas de comunicación 'son sumamente rentables y han sido las que han crecido de manera más pujante en los últimos años', señala el trabajo. Por supuesto, también cuentan con otro anunciante no empresario pero muy solvente: la clase política en permanente campaña electoral.

'En este sentido (el anunciante) se asimila al arrendatario que paga un alquiler por el uso de tierras sin laborar, es decir que lo que paga en realidad es una renta'. Incluso, 'al igual que en el uso de la naturaleza' existen 'rentas relativas -que surgen de los diferentes alcances de los medios- que pueden razonarse como las distintas productividades del dinero invertido por las diferencias comparativas de las propiedades de los suelos', explica Haiquel.

En otras palabras, al igual que no genera la misma ganancia una hectárea en Río Cuarto que en Serrezuela, tampoco vale lo mismo el segundo de publicidad en Radio Cadena 3 que en la FM San Cayetano de Serrezuela.

Pero es el Estado -en manos de esa clase política que suele ser rehén de los medios- el verdadero dueño del espacio radioeléctrico que permite esta renta, lo que dimensiona el significado y el calibre de una concesión como fue el decreto 527, con el que Néstor Kirchner extendió en 2005 los plazos de las licencias de radiodifusión a los grandes grupos económicos.
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El 'valor' de la palabra

Este 'aire de familia' entre la corporación mediática y el agro-empresariado tiene un necesario correlato en el 'producto' de los medios, es decir, en sus contenidos periodísticos o línea editorial, porque la 'reproducción social' del negocio necesita generar consensos a través del discurso.

Tal como los propietarios de los medios con sus primos del campo, la concentración de discurso se hermana con la concentración de la tierra, así como el desplazamiento de la frontera agropecuaria generado por la soja se emparenta con eso que definimos como 'cerco informativo'.
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..En este sentido, el prolongado conflicto entre el Gobierno nacional y las entidades del agro resulta ilustrativo de esta estrategia: los medios que habitualmente se dedican a entretener, despolitizar y predicar el individualismo, frente a un conflicto que puso en juego intereses propios y/o de aliados, repentinamente se ideologizaron y desplegaron una comunicación militante, amplificadora de la música tocada por el cuarteto de las patronales agropecuarias e imposible de desmentir por un Indec que desafina.

La reacción de los medios frente a aquellos cortes de ruta protagonizados por los desocupados, definidos como acciones 'delictivas' que 'avasallaban el derecho a circulación' del resto de los ciudadanos y llegaban a 'poner en jaque el orden constitucional', contrasta con la visión romántica sobre los 'históricos' piquetes sojeros que bloquearon y desabastecieron al país intermitentemente por casi cien días.Hubo palabras estiradas hasta el límite del desgarro semántico: el conflicto era del 'campo', por lo tanto sus actores eran 'campesinos', de manera que no se trató de un lock out empresarial, sino de un 'paro'. 'Guerra gaucha' (Crítica de la Argentina), 'bronca campesina' (Canal 12), fueron algunos de los falaces titulares que nunca fueron corregidos, por decisión editorial y también porque el conocimiento sociológico es una herejía cada vez más censurada en las redacciones.
Incluso el calificativo de 'histórico' contrastaba con un enfoque deshistorizador, que dejaba la sensación de que las luchas sociales en nuestro país habían comenzado con la resistencia a las retenciones a la soja.

Se sabe -desde la teoría y la práctica- que es posible manipular la información en los distintos niveles de producción periodística: en el plano informativo, interpretativo, de opinión y hasta en la búsqueda misma de datos, voces e imágenes.Eso se observa habitualmente, pero en este caso algunos medios masivos han hecho eso que habitualmente condenan cuando acompaña causas populares: periodismo militante. Muchos comunicadores convocaron a participar en piquetes y cacerolazos, así como tiempo atrás oficiaron de 'punteros mediáticos' de Juan Carlos Blumberg.
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Pero el rol de los medios ha ido más allá, al perpetrar una suerte de terrorismo, cuando algunos medios divulgaron el rumor de saqueos que, por citar el ejemplo de Córdoba, ocasionaron un abrupto cierre de comercios en todo el centro de la ciudad. Aquí sí hicieron gala de conocimiento de psicología social respecto a imaginarios y estados alterados colectivos: cualquier ciudadano argentino más o menos informado recuerda que la película que empieza con un saqueo termina con un helicóptero llevándose al Presidente.

Todo esto dio argumento al Gobierno para formular un fuerte cuestionamiento a los grandes medios de comunicación e impulsar la idea de crear un observatorio de medios entre el Inadi, el Comfer y la Universidad Nacional de Buenos Aires, que había sido la creadora original de esta iniciativa obviamente rechazada por las grandes empresas periodísticas, que se expresan a través de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), institución que suele invocar la 'libertad de prensa' cuando en realidad se trata de libertad de empresa.La idea del observatorio no era tan oficial, ni tan original, ni para escandalizarse tanto. Desde que el propio Ramonet propuso el Observatorio Global de Medios en el Foro Social Mundial (Porto Alegre 2002) han proliferado en todo el mundo iniciativas similares que sólo intentan ampliar la conciencia y participación ciudadana para democratizar la comunicación. Obviamente, si un gobierno lo controla difícilmente cumpla con esa finalidad.
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Mientras tanto y más allá de las esperanzas o desconfianzas en esta ley, muchas organizaciones del otro campo, el campo popular, tienen un certero diagnóstico respecto a la manipulación y el 'cerco informativo' que los discrimina, y han comenzado a andar el dificultoso camino de la construcción de medios propios. Es una tarea cargada de obstáculos y contradicciones, pero necesaria y posible porque cuenta también con una rica historia, iniciada en nuestro país con la Gazeta de Buenos Ayres, aquel periódico que fue concebido como una parte esencial del proyecto revolucionario de 1810.

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EXTRACTOS DE UNA EXTENSA NOTA DE Alexis Oliva (PROYECCION - PRENSA RED)
Fecha publicación: 21/07/2008
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Comentarios

@BETODECAP

21/07/2008



el campo hizo sus protestas en las rutas o sea cortandolas , plenarios , conferencias de prensa, vinieron a buenos aires , la gente desorientada no sabiamos que iba a suceder el industrial nervioso o tra vez , las dudas , incertidumbre , no habia incentivo, las fabricas empezaron a producir menos, no habia un mango, menos mal se soluciono dijimos todos, menos mal.

PERO LO QUE NADIE DICE , ES QUE MIENTRAS DURABA SU PROTESTA, EN LOS CAMPOS, LABURARON CONSTANTEMENTE, ELLOS PARARON EL PAIS MENOS EN SUS CAMPOS.  
@QUIQUERAF

21/07/2008



PERO COMO ESO NO SE DIJO BETO, ES QUE  EL AMIGO  Alexis Oliva , QUE NOS DICE COMO VE ÉL LOS MOTIVOS QUE TODOS SABEMOS PERO NO DECIMOS...  
@QUIQUERAF

22/07/2008

Pero el rol de los medios ha ido más allá, al perpetrar una suerte de terrorismo, cuando algunos medios divulgaron el rumor de saqueos que, por citar el ejemplo de Córdoba, ocasionaron un abrupto cierre de comercios en todo el centro de la ciudad. Aquí sí hicieron gala de conocimiento de psicología social respecto a imaginarios y estados alterados colectivos: cualquier ciudadano argentino más o menos informado recuerda que la película que empieza con un saqueo termina con un helicóptero llevándose al Presidente.
esto es terrorismo de prensa........

 
@BETODECAP

22/07/2008



en fin a laburar y listo che, muy interesante quique el texto.  
@CANONET

22/07/2008



En el artículo subido se menciona a Enrique Lacolla por haber expresado una crítica al campo en La Voz del Interior. Transcribo su artículo por tener una lucidez pocas veces vista.

La "Sedición" del Campo. Por Enrique Lacolla
La insurrección sojera revela la necesidad de contar con una política de desarrollo integral para el país.

La rebelión de un sector del campo contra el grueso de la sociedad, puesta de manifiesto por las concentraciones de esta semana, es expresiva de un viejo problema argentino: la irreductible hostilidad de la clase alta a toda redistribución del ingreso que remotamente afecte sus bolsillos, y a la inconsciencia y el seguidismo de un buen sector del medio pelo porteño y de los productores rurales medianos, incapaces de diferenciar sus intereses de los de la Sociedad Rural y atentos sobre todo a los réditos que deducen de unas explotaciones que representan una escasa o nula inversión tecnológica y que, amén de no concentrar mano de obra, suponen un grave peligro ecológico que, si no es atendido con cuidado a través de la necesaria rotación de los cultivos, arriesga destruir la feracidad de nuestro suelo.
El papel de estos sectores es servir de ariete seudo popular para exteriorizar una protesta que, en el fondo, deviene del modelo sistémico impuesto por el neoliberalismo, que a partir de 1976 barrió con la mitad de los productores agropecuarios, permitiendo la recuperación, por la oligarquía y las transnacionales, de inmensas cantidades de terrenos, que antes habían sido un modelo de producción de alimentos, “para reemplazarlos por un modelo factoría productor de forrajes baratos para la exportación”, como expresa la declaración del Movimiento de Campesinos de Santiago del Estero. Que este “detalle” no haya sido asimilado por los productores de la Federación Agraria dice mucho de la miopía a que induce la ignorancia de la historia.
No voy a solidarizarme a pleno con el gobierno, que ha dejado tantos frentes abiertos por su inhabilidad para atender a los reclamos de los pequeños productores y por su actitud de dejar hacer ante la exteriorización de las protestas ilegales que comenzaron con los cortes de ruta protagonizados por los piqueteros “paquetes” de Gualeguaychú; pero el aumento parcial de las retenciones es parte de un intento –positivo– para desalentar el monocultivo de la soja transgénica forrajera.


Ambigüedad
El problema reside, sin embargo, en la ambigüedad de la política estatal, que no termina de romper con el modelo neoliberal que asignó a la Argentina un papel de proveedor de alimentos de baja calidad explotados por los lobbies transnacionales y terratenientes. Esa política no se determina a transferir parte de la riqueza generada por ese diseño productivo primario a la construcción de un país integrado y basado en la tecnificación y diversificación del campo y en la recreación y potenciación de la industria nacional, la única que puede terminar con el desempleo y poner al país en un pie de igualdad tecnológica con los países desarrollados del mundo.

Es difícil que una actitud semejante sea asumida por el gobierno, sin embargo, debido a una ambivalencia ética que le permite hacer coincidir, por ejemplo, la entrega de los yacimientos de la cuenca del Golfo de San Jorge, en Santa Cruz, con un discurso nacionalista que nunca termina de encarnarse en actos y en programas que pongan las cosas en claro; que diseñe un proyecto nacional y que designe a los enemigos de este.

Sin embargo, creo que en este momento es importante recalcar que, pese a sus defectos, el gobierno de Cristina Fernández está consagrado por una abrumadora mayoría electoral, que se configura como la única autoridad nacional legítima y que el Estado debe hacerse respetar frente a las fuerzas que, de una u otra manera, han encarnado el proyecto neoliberal repudiado por la masa del país. La cabeza política más visible de la oposición parece estar dispuesta sin embargo a recabar el apoyo de los más distinguidos personeros de ese proyecto. Resulta chocante, en efecto, que Elisa Carrió, autoerigida en arquetipo de la autoridad moral en el país, pueda asociarse a nombres como los de Mauricio Macri y Ricardo López Murphy, expresivos de ese modelo, y suscite además las simpatías del menemismo y el cavallismo...

Estamos en presencia de un intento de desestabilizar la situación política que puede estar dirigido, inclusive, al derrocamiento del gobierno. Muchos de los participantes de la manifestación nocturna del martes pasado, hasta cierto punto orquestada por la televisión privada, deben haber pensado en reeditar la pueblada del 19 de diciembre de 2001. No toman en cuenta, sin embargo, que por entonces se estaba en un país envuelto en una auténtica crisis, mientras que hoy esta es artificial y determinada por un lock out patronal derivado del apetito por una mayor apropiación de las ganancias. La diferencia es esencial y pone un límite a la protesta. Esta sólo podrá prosperar si el gobierno nacional depone sus responsabilidades y no articula una respuesta. Es hora de que la encuentre.
 
@CANONET

22/07/2008



"...Pero el rol de los medios ha ido más allá, al perpetrar una suerte de terrorismo,..." ¿Porqué no citar el link donde se puede leer la nota completa? Eso ayudará a dar una visión más amplia de lo expuesto y por otro lado evitar la confusión acerca del autor del texto ya que parece ser propio de quien lo publica

http://www.redaccionpopular.com/index.php?principal__state=articulo&url=&idArt=3239

Agustín:)  
@QUIQUERAF

22/07/2008

Estamos en presencia de un intento de desestabilizar la situación política que puede estar dirigido, inclusive, al derrocamiento del gobierno. Muchos de los participantes de la manifestación nocturna del martes pasado, hasta cierto punto orquestada por la televisión privada, deben haber pensado en reeditar la pueblada del 19 de diciembre de 2001. No toman en cuenta, sin embargo, que por entonces se estaba en un país envuelto en una auténtica crisis, mientras que hoy esta es artificial y determinada por un lock out patronal derivado del apetito por una mayor apropiación de las ganancias. La diferencia es esencial y pone un límite a la protesta. Esta sólo podrá prosperar si el gobierno nacional depone sus responsabilidades y no articula una respuesta. Es hora de que la encuentre.
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caracho....QUE CLARITO QUE LO ESCRIBIÓ!!!!

 
@CANONET

22/07/2008



¡Por eso lo rajaron de La Voz del Interior!

Agustín:)

   
@CANONET

22/07/2008



La manipulación de la opinión pública no es exclusiva de un sector. Desde hace varios años la SIDE es cuestionada porque las partidas de fondos reservados tiene entre sus destinos a varios periodistas y medios. Así también del lado del gobierno -el de turno que sea- se arman las operaciones de prensa. Y en general se puede afirmar que los legisladores del justicialismo son los más renuentes a que se sepa esa información.

Habría que hacer que respondan los actuales y pasados Señores Cinco y Jefes 9 porque nunca se sabe donde van esos fondos. Durante el gobierno de De La Rúa disminuyó a la mitad el presupuesto de dicho organismo de inteligencia. Cuando le preguntaron como había hecho respondió en un programa de TV - Eliminando los pagos a jueces y periodistas. En otro país hubiese sido motivo de una investigación parlamentaria. Aquí ¿adivinen que ocurrió? Exactamente, adivinaron ¡nada!

Agustín:)  
@QUIQUERAF

22/07/2008

la verdad , esto es escalofriante