SAN JUAN DE LA CRUZ

               "la música callada, la soledad sonora"

Para tí la cruz suena

Y la noche tenaz se te ilumina

Como una abierta vena

O una volcada mina

De oro, o de encendida sangre fina.

Pues tu oído profundo,

Tu vista sagazmente firme --flecha--,

Al corazón del mundo

Llegan, a las estrechas

Cárceles de las cosas aún no hechas.

Con tu fuente obstinada

(Que, con su espada de agua, noche muerde)

Armas, desde la nada,

Ese ave que no pierde

Jamás su vida, y ese largo verde

También ese sonido

De llama en su seguro movimiento,

Y ese ardiente gemido

--Que acrece tu momento--

Por las manos detrás del firmamento.

Y un desmedido vuelo,

Como de dardos sobre las palomas,

Procediendo hacia el cielo

Desde las frescas lomas

Y los prados azules donde asomas.

Tú construyes la rosa

Tan frenéticammente decidida

Hacia la mariposa,

Que depende su vida

De ese encuentro violento y esa herida.

Llueves tus labios rojos

Desciendes con furor hambrientas manos,

Tras los plateados ojos

Y los dedos hermanos

Del campo rubio y de los montes canos.

Y la finca del barro

Perdió, contigo, indecisión y asciende:

Yo con mi amor te narro,

Pero tu lengua hiende

Más que yo diga, y para siempre enciende.

.

 

 

---