AL cuete.

Ayer salio el veinticuatro.

En la quiniela primera.

El caballo y no es cualquiera.

De los números del azar.

La cosa es que al rememorar.

Había visto un pingo tan feo.

Que la yegua su mama de potrillo.

No le daba ni un relincho.

Que me olvide de su trote.

Y seguí como un pavote.

Sin prestarle ninguna atención.

Que me dio de sopeton.

La impresión de jugarle.

Dos mangos a la cabeza.

Pero me cayó un sotreta.

Y se pianto la ocasión.

No lamento la apialada.

De situación tan risueña.

Luego pensé no es en esta.

La medida esperada.

Quizás vea algún setenta y uno.

Lo pise y quizás mandinga.

Salga como el pingo feo.

Pero no a salido el malvado.

Y dos mangos al garete.

De un delirio que es tan zonzo.

Tan pispiado y tan demente.

Que de nada es una treta.

Como la nena y sin suerte.

el aniceto max

 

 

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