- Ho’o significa “causa” en hawaiano y ponopono” significa perfección.
Todos tenemos la habilidad de volver al estado perfecto original donde no existía división o dualidad en nosotros, comparable a una página en blanco donde no existen ideas preconcebidas y reina un perfecto estado de paz"- .Él indica que “ creamos nuestro universo físico exactamente como es. Y no solo eso sino que cada uno de nosotros tiene el poder de corregir el pensamiento erróneo que puede crear una realidad imperfecta.
O, dicho con otras palabras: todo existe como pensamientos en nuestras mentes. No hay nada fuera de nosotros. Todo está dentro de nosotros.”
Y concluye: “tu mente es tu propio proyector .Si no te gusta la Película, detienes el proyector y pones otra nueva, es tan simple como esto. Créanme - Funciona”
El Ho’oponopono en realidad es muy simple. Para los antiguos Hawaianos todos los problemas se reducen a un pensamiento. Pero tener un pensamiento no es en sí un problema. Entonces ¿cuál es el problema? El problema es que todos nuestros pensamientos están imbuidos de memorias dolorosas, memorias de personas, lugares y cosas.
Cuando se practica el Ho’oponopono, la divinidad toma el pensamiento doloroso y lo purifica.. Entonces tiene lugar algo maravilloso, no sólo la energía negativa queda neutralizada, sino que desaparece. En su lugar queda un espacio en blanco. Los budistas lo llaman el Vacío. El último paso consiste en permitir que la Divinidad entre y llene el vacío con luz.
Los hawaianos de antaño fueron psicólogos y siquiatras extraordinarios que aprendieron a entrar en contacto con los vastos poderes de la Mente. El Ho’ponopono era una parte inseparable de su filosofía de la vida y de su manera de vivir. Ese proceso permeaba cada fibra de su existencia, de sus relaciones familiares, de sus actividades, de la educación y formación de los niños y de su relación con la naturaleza y con el cosmos.
El propósito fundamental del Ho’oponopono es descubrir la divinidad dentro de nosotros. Mediante el Ho’oponopono es posible entablar una relación práctica con la divinidad y aprender a pedir en cada momento que nuestros errores de pensamiento, palabra y acción sean limpiados. El resultado final es la libertad, el logro de la liberación total del pasado.
¿Que se puede esperar de un curso con Ihaleakala?
Numerosos frutos tropicales:
- 1. Ser catapultado a otra esfera espiritual, a otro estado de conciencia, desde el que es más fácil aprender y entender. Algo parecido a lo que hacía Don Juan que para ciertas lecciones que tenía que enseñar a Carlos Castañeda, le daba un manotazo entre los hombros y Carlos era transportado instantáneamente a otro estado de conciencia
Lo mismo ocurre con los seminarios del Ho’opopono.
- 2. Que se te quiten varios pesos encima. En la sala del curso se arma un ciclón espiritual que hace que desaparezcan cargas que uno lleva en el subconsciente desde tiempo inmemorial. Después del curso uno se siente liberado de tensiones que ni siquiera sabía que estaban ahí.
- 3. Sentir más el corazón y pasar menos tiempo pensando.
- 4. Ser catapultado a tu destino. A medida que con la práctica del Ho’oponopono uno se purifica, desaparecen los obstáculos para que la vida fluya y te traiga lo que verdaderamente quieres.
- 5. Experimentar el perdón elevado a la quinta potencia.
- 6. Que tus padres o tus hijos o tu pareja te peguen el susto del siglo. Al practicar el Ho’ponopono y perdonar aquello en nosotros que da lugar a que los demás no puedan por menos que actuar de acuerdo al papel que les hemos asignado, de repente se borran aquellos comportamientos que conseguimos perdonar del todo dentro de nosotros mismos. El efecto neto es que parece que las personas que conocíamos ya no son las mismas.
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