Sugiere y te diré qué te propongo

Al principio serán discretas pero luego se tornarán más intensas, sólo tengo que vencer mis miedos, desinhibirme y proponerte que juguemos con la seducción que encierran las palabras, las miradas y los gestos.

Te propongo que nos prestemos al juego del amor, sé mi guía sexual por un momento y muéstrame todo lo que te excita, te sensibiliza, tus puntos débiles, tus vergüenzas, tus sueños, tus zonas eróticas, etcétera. Luego invirtamos papeles, te hablaré en secreto para que sientas mi respiración y abriré tu imaginación, potenciaré tus sentidos y mutilaré aquellas preocupaciones que no te permiten gozar. Libérate de los prejuicios, sígueme y anímate a sentir, cierra los ojos y entrégate que te espera un mundo de placeres si puedes creer que eres en tu fantasía distintos personajes, si crees que el erotismo se fabrica de a dos.

Sugiere con tu ropa íntima, inventa, disfrázate, crea imágenes con tu mente, poses, caricias y busca un nuevo espacio para jugar, hazte la estrella. Déjame seducirte, vuélvete reacio pero no tanto como para no aceptar mis propuestas, abre tus manos, siente mi piel, muéstrate dispuesto a pasar un tiempo solo acariciándome y disfrútame.

Como si fuese una muñeca de cera, me mantendré inmóvil y te dejaré avanzar, verás qué suave se experimenta, deja que corran por mi piel las sensaciones. Véndame los ojos, encuentra mis puntos débiles, siente las distintas texturas en cada parte de mi cuerpo, obviamente que hay zonas menos suaves y otras más ásperas, piensa que me reconoces a través del tacto. Si quieres puedes utilizar cremas, aceites, líquidos humectantes… la idea es que te resbales por mi cuerpo.

Luego intenta que otras zonas me sigan palpando, no te separes, no cortes la comunicación, sentirás también distintas temperaturas y podrás experimentar sabores si deseas besarme y hasta olores diferentes, algunos serán un tanto afrodisíacos, otros sabrán más amargos o dulces pero podrás sentirme de otra forma. Inventa historias narradas de cómo nos conocimos, de que te invité a mi casa, te tomé desprevenido y no pudiste negarte, que te sentiste acosado, te secuestré o simplemente te seduje y no tuviste la fuerza de negarte.

Potencia tu imaginación y ahora fabrícame otra historia, has de cuenta que nos hablamos con la mirada, no conocemos la lengua del otro y nuestras miradas pueden decirse cosas, puedes invitarme con ella, puedes desearme, puedes enojarte, puedes aceptar, puedes mirarme fijamente con un calor intenso en tu mirada.

Sugiéreme a través de diferentes actitudes y te diré qué te propongo. Parece que nunca hubiésemos intimado, es algo diferente cuando nos concentramos en las cosas que podemos hacer para invitar al juego amoroso, nunca nos detuvimos en los besos, experimentar sabores, reconocerlos, jugar con las comidas, con los postres, con los líquidos… todo lo vuelve más divertido y sexy, es tentador, es atractivo.

Puedes tener distintos elementos que se te ocurran a mano, desde sedas, antifaces, plumas y pensar en lo que puedo sentir si me rozas. Después de sugerirme estaré más que preparado para poder proponerte una escena sexual fuera de la rutina. Déjame ser diferente esta noche, déjame encontrarme con mi erotismo y descubrir nuevas zonas erógenas tuyas. A medida que entremos en confianza, tú me propones y yo te sugiero.
 
Este artículo es una invitación a las parejas a una manera distinta de tener sexo, salir de la rutina sexual, perder los miedos y las limitaciones, abrirse a los sentidos, explorarse, conocerse. Muchas parejas no saben cómo hacerlo, no tienen forma de acceder a la comunicación, no investigan, no curiosean, por lo tanto intento mostrarles la forma en que pueden invitarse a jugar y experimentar el sexo en forma divertida.
 
Si no te animas a invitarlo, solo muéstrale el artículo.

Al principio serán discretas pero luego se tornarán más intensas, sólo tengo que vencer mis miedos, desinhibirme y proponerte que juguemos con la seducción que encierran las palabras, las miradas y los gestos.

Te propongo que nos prestemos al juego del amor, sé mi guía sexual por un momento y muéstrame todo lo que te excita, te sensibiliza, tus puntos débiles, tus vergüenzas, tus sueños, tus zonas eróticas, etcétera. Luego invirtamos papeles, te hablaré en secreto para que sientas mi respiración y abriré tu imaginación, potenciaré tus sentidos y mutilaré aquellas preocupaciones que no te permiten gozar. Libérate de los prejuicios, sígueme y anímate a sentir, cierra los ojos y entrégate que te espera un mundo de placeres si puedes creer que eres en tu fantasía distintos personajes, si crees que el erotismo se fabrica de a dos.

Sugiere con tu ropa íntima, inventa, disfrázate, crea imágenes con tu mente, poses, caricias y busca un nuevo espacio para jugar, hazte la estrella. Déjame seducirte, vuélvete reacio pero no tanto como para no aceptar mis propuestas, abre tus manos, siente mi piel, muéstrate dispuesto a pasar un tiempo solo acariciándome y disfrútame.

Como si fuese una muñeca de cera, me mantendré inmóvil y te dejaré avanzar, verás qué suave se experimenta, deja que corran por mi piel las sensaciones. Véndame los ojos, encuentra mis puntos débiles, siente las distintas texturas en cada parte de mi cuerpo, obviamente que hay zonas menos suaves y otras más ásperas, piensa que me reconoces a través del tacto. Si quieres puedes utilizar cremas, aceites, líquidos humectantes… la idea es que te resbales por mi cuerpo.

Luego intenta que otras zonas me sigan palpando, no te separes, no cortes la comunicación, sentirás también distintas temperaturas y podrás experimentar sabores si deseas besarme y hasta olores diferentes, algunos serán un tanto afrodisíacos, otros sabrán más amargos o dulces pero podrás sentirme de otra forma. Inventa historias narradas de cómo nos conocimos, de que te invité a mi casa, te tomé desprevenido y no pudiste negarte, que te sentiste acosado, te secuestré o simplemente te seduje y no tuviste la fuerza de negarte.

Potencia tu imaginación y ahora fabrícame otra historia, has de cuenta que nos hablamos con la mirada, no conocemos la lengua del otro y nuestras miradas pueden decirse cosas, puedes invitarme con ella, puedes desearme, puedes enojarte, puedes aceptar, puedes mirarme fijamente con un calor intenso en tu mirada.

Sugiéreme a través de diferentes actitudes y te diré qué te propongo. Parece que nunca hubiésemos intimado, es algo diferente cuando nos concentramos en las cosas que podemos hacer para invitar al juego amoroso, nunca nos detuvimos en los besos, experimentar sabores, reconocerlos, jugar con las comidas, con los postres, con los líquidos… todo lo vuelve más divertido y sexy, es tentador, es atractivo.

Puedes tener distintos elementos que se te ocurran a mano, desde sedas, antifaces, plumas y pensar en lo que puedo sentir si me rozas. Después de sugerirme estaré más que preparado para poder proponerte una escena sexual fuera de la rutina. Déjame ser diferente esta noche, déjame encontrarme con mi erotismo y descubrir nuevas zonas erógenas tuyas. A medida que entremos en confianza, tú me propones y yo te sugiero.
 
Este artículo es una invitación a las parejas a una manera distinta de tener sexo, salir de la rutina sexual, perder los miedos y las limitaciones, abrirse a los sentidos, explorarse, conocerse. Muchas parejas no saben cómo hacerlo, no tienen forma de acceder a la comunicación, no investigan, no curiosean, por lo tanto intento mostrarles la forma en que pueden invitarse a jugar y experimentar el sexo en forma divertida.
 
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