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@INANA

13/05/2009#N26504

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Usamos toda nuestra energía en ir detras de aquellas cosas que creemos nos hacen falta, tanto nos esforzamos por conseguirlas que cuando las tenemos otro tanto en retenerlas, en que no nos las roben o se pierdan, nos acostumbramos tanto que por ejemplo si tenemos un auto no concebimos la idea de tomarnos un colectivo y cuando lo tenemos que hacer maldecimos a cualquiera o cualquier cosa y nos lamentamos de nuestro lamentable destino.
Corremos tanto tras las cosas que queremos adquirir que desarrollamos todas las estrategias y sus acciones para lograrlo, y peleamos contra la estabilidad del país, pero acaso no es todo inestable? no es todo impermanente? lo que hoy es mañana ya no. Las condiciones que se nos presentan hoy y que tanto nos desvelan mañana serán cosa del pasado. Nosotros mismos somos impermanentes, entonces ¿vale la pena tanto desgaste en pos de la posesión de ésto o aquello? y... ¿si nunca lo adquiriéramo seremos menos felices? Pues no, seremos felices a pesar de todo.
Lo mismo con las personas, cuando nos relacionamos con alguien por poco convocamos a un escribano para que conste en acta que "él" o "ella" está con nosotros. Si probamos y dejamos libre para que sea solamente? no será mas facil entonces proyectarse? y un poco nomás con el único objetivo de volar, de soñar, porque se construye día a día y no de mañana a pasado mañana.


Estaba planificando una mudanza y ante el eminente cambio de casa me senté a observar a mi alrededor y me di cuenta que podría prescindir de esas paredes y reemplazarlas por otras, de esos techos, de esos pisos, de esas ventanas y puertas, si de todas maneras mis pequeños tesoros me los llevaría conmigo y pondría en otro sitio la huella de mi mismísima escencia. Luego, pensé y si prescindiera de todos mis muebles, mi ropa, mis adornos, mis cosas ?? qué pasaría ?? solo me tendría a mi misma y con lo puesto, dado que tampoco es para siempre tendría que cuidarlo más que al lavarropas o la heladera. Tendría que empezar de nuevo, y acaso no lo hacemos cada día cuando nos levantamos a la mañana? empezar de nuevo ?

Un monje tibetano enseñaba que si tomamos una moneda con una mano y extendemos el brazo con la palma hacia abajo, el puño se mantendría cerrado aferrando aquello que no queremos soltar, sin embargo hay diferentes formas de hacer lo mismo con diferentes resultados, si giramos la mano hacia el cielo y la abrimos, la moneda seguirá allí.
Abramos las manos, los brazos, el alma al cielo y soltemos aquello a lo que nos aferramos inútilmente y nos sentiremos aliviados.
INANA

  

"Cuando somos verdaderamente honestos con nosotros mismos debemos admitir que lo único que realmente tenemos son nuestras vidas. La manera en que las utilizamos es lo que determina el tipo de hombre/mujer que somos."

César Chávez

 

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