Lo que para la comunidad gay representa un significativo avance, para algunos católicos es un franco retroceso. Después de superar una serie de obstáculos legales, la pareja que constituyen Alex Freyre y José María Di Bello, llevó a cabo la ceremonia de forma secreta y sorpresiva en la provincia de Tierra del Fuego.
"Es una avance gigantesco (...) La mayoría de las personas fantasea desde pequeño con el día de su casamiento, pero para los homosexuales nunca fue una posibilidad", dijo la pareja.
Por otro lado, representantes de la Iglesia Católica se mostraron en contra. "(Es) un atentado contra la supervivencia de la especie humana", dijo el monseñor Juan Carlos Romanín, obispo de la ciudad de Río Gallegos, en Tierra del Fuego.
El vicepresidente de la Corporación de Abogados Católicos, Eduardo Sambrizzi, reconoció que "hubiera preferido que nadie casara" a Álex Freyre y José María Di Bello y adelantó que está dispuesto a llegar hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación.