ASISTI A MI VELORIO

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@MARIHONDURAS

11/08/2010#N32826

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ASISTI A MI VELORIO
SEUDONIMO: MARI HONDURAS
La gente llegaba, unos por casualidad, otros por amistad, otros porque asistí al velorio de ellos o, de algún familiar. Desfilando, encontrándose entre ellos y ellas, algunos hace tiempo no se miraban y otros quizás no se conocían. Ahora me pregunto a cuántos velorios asistí?. Como una cosa curiosa en mi familia me gozaban por asistir a muchos velorios por ser muy conversadora Y, siempre andaba averiguando sobre los velorios.
Y en ese abanico de gente venía de muchos lados,  algunos cercanos, otros de lejos, ya sea con ánimo o sin él. Algunos con prisa y otros para eternizar, otros por costumbre de ir a los velorios o funerales y otros por obligación.
El edificio, los pasillos  y los jardines se llenaron de gente, de flores ¿cuántos colores se pueden ver en los arreglos?, con cintillas y con tarjetas; ¿cuántas flores?, cuántas manos han trabajado en los arreglos?, la tinta que corrió para  escribir los mensajes de pésame.
Cuanto trámite que hacer y yo observando, hay o no pisto para enterrarme?, quien asume la responsabilidad?; lo dejé previsto o no me preocupé; allí que lo hagan los hijos, los hermanos, o algún pariente cercano o  lejano.   
La mortaja muy primorosa, el maquillaje puesto con dedicación, ya que hay negocios para ello, las alhajas, ¿para qué? esas quedan de herencia, zapatos, ropa y con el gusto que use ¿para qué? Y, de perfumes y cremas de las más primorosas,  tantas cosas, los olores se confunden con el hedor de muerte.
Sirvieron tamales, café, rosquillas y coca cola también, la gente se entretiene con chistes sobre acontecimeintos políticos, la gente discute sobre los  salario bajos y sobre los trancazos ala economía, sobre la inseguridad, quiénes son noticias, la vida continua y quizás  algunos se preguntan por qué morí ?.
Y nadie se pone a pensar que morimos cada día al no acercarnos a la gente, al no atenderlos, al no interesarnos, al no ser consecuente con muchos sueños e ilusiones; y  al no luchar por la tierra que nos vio nacer y cuando empezamos a hacerlo o intentar hacerlo la parca muerte nos sorprende y de allí que queda? Y, allí digo si con ese montón de cosas a que nos apegamos  nos recordarán, otros dirán como fue ella en vida? y ahora para qué? que legado dejé? o pasé por pasar sin que me notaran, sin hacer una contribución?
Las amigas y amigos, aquellos sinceros y con quien  compartí, recordarán si le di consejos o si les di regalos, si me metí en sus vidas o los acompañé, si era egoísta, fuerte, humilde, pretenciosa, envidiosa, fuerte, débil, astuta, audaz, si los acompañé, si los abandoné o sencillamente disfrutamos la amistad sin poner condiciones. Muchos dirán con ella hice esto, con ella quise hacerlo y otras dirán nunca volvimos a tomar un cafecito platicadito.  
Y, Los familiares llorando, otros tristes, otros quizás pensado en mis locuras, en mis manías, en tantas cosas vividas y tantas cosas realizadas,  preguntándose si le hubiera dicho, si lo hubiera hecho por ella, si le hubiera dicho cuanto la amé.
La vida en familia, cuántos amaneceres juntos y cuántos anocheceres cansados, cuántos milagros construyendo por vivir adecuadamente y cuántas cosas perdidas por vivir de apariencias o de formalidades, de cuántas cosas me perdí, de cuántas quisiera poder estar con ellos y dejar manías y tonterías, de no cuidar las libras de más, de sentarme en el suelo, de no anteponer el trabajo y de gozar por gozar.
Que nos recordarán en las buenas y en las malas, que hicimos algo por la familia, por los amigos, que dejamos deudas económicas, espirituales, amorosas, filiales. Así es la vida, pero que se presentaron buenas y malas relaciones, que se construyeron unas y se perdieron otras, permite decir he vivido.
Que organice un montón de grupos, hice amistades por doquier, en el supermercado, en el aeropuerto, en cafeterías, en trabajos, colegios, universidad, viajes. Allí las veo, cada quien con su pena de verme en una caja, alguna dirá la última vez que la vi la encontré delgada y ese si es otro un sueño hermoso, otra dirá no le entraban los años y de que murió?
Nadie dice de que morí, algunos dicen de estrés, otros de vieja, otros de mucho comer y otros de enfermedad natural, vaya usted a saber, lo que ocurre;  me pregunto de qué morí?, nadie dice con certeza, pero lo que sí es cierto que estoy tendida en una caja hermosa que mi familia escogió y, adornada de flores, adornada de gente y eso es hermoso, no importa si hemos sido ricos o no, guapas o no ,al final eso no es lo que vale, lo que vale es la amistad y, me alegro mucho.
Pero veo los trajes oscuros, los trajes blancos, y mi azul preferido, pero no aparecen colores alegres de vida, solo colores de luto, oscuros, colores de muerte, veo rostros tristes, serios, sin risas a los chistes de velorio y  no cantan, ni bailan y me duele. 
Y me pregunto el morir ¿es comenzar de nuevo? ¿O se acaba todo? Y, sobre todo me preocupa que mi familia esté triste y empiecen a añorarme, mis amigos no me recuerden, no me disfruten y en esa angustia, suena el reloj, me despierto y añoro seguir viviendo.     
 
 

 

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