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Lo que me pasa desde hace un año son visiones que vienen de repente a mi mente, pueden ser muertes, asesinatos o accidentes. La primera que tuve fue cuando estaba en una café con mi mejor amiga Ana, ella me estaba contando acerca de un exámen de latín donde le fué mal, y de repente pude ver un accidente entre dos coches, en uno de los carros iba un vecino de por mi casa que es alcoholico y siempre maneja borracho, su nombre es Edgar y se lleva muy bien con migo y mi madre, puesto que se conocen desde la prepa y ella lo trata de ayudar con su enfermedad, y al momento de chocar, él muere al instante y pude ver como los paramédicos sacaban su cuerpo ensangrentado del carro, derepente oí la voz de Ana haablandome, cuando pude reaccionar, ella me preguntó :-Estás bien?? Te perdiste por un momento. Yo le dije que no era nada, y que no se preocupara. Ése día llegué a casa y no le conté nada a mi madre, ma bañé y me dormí. A la mañana siguiente mi madre me despertó llorando y me dijo que Edgar había muerto porque estaba borracho, se voló un alto y un auto lo embistió de costado. Murió al instante. En la tarde fuimos a su casa a ver como estaba su madre, estaba destrozada, decía que su vicio lo llevó a la muerte, a lo lejos, vi el ataúd con el cuerpo de Edgar dentro, me acerqué y cuando lo ví sentí que se me subió la sangre y volteé a ver a mi madre y caí al piso. Desperté en mi cama horas después y le conté a mi madre la vision que tuve en el café con Ana. Ella se quedó muy callada y me dijo que mi abuela también tuvo ese tipo de visiones, pero nunca nadie la creyó, me dijo que lo había heredado y que tengo que aprender a controlarlo. Salió del cuarto y me puse a llorar, lloré por horas hasta que me dormí. A los quince días del accidente de Edgar, estaba llendo a la papelería para comprar cosas para un trabajo y tuve otra visión, ví una calle donde una pequeñita como de unos siete años quería cruzar la calle, y al cruzarla un camión la alcanzó y ella quedó debajo del camión, ella gritaba, gritaba horrible y una señora que salió de una tienda pedía que alguien llamara a una ambulancia, derepente reaccioné y tuve que sentarme un rato en la calle porque sentí que me iba a desmayar, ya cuando me calmé, fuí a comprar lo que necesitaba,al doblar en una esquina de regreso a mi casa, vi una ambulancia y un montón de gente alrededor de ella, pregunté lo que había pasado y una señora me contó lo sucedido, el accidente era lo mismo que vi en la visión, palidecí al instante, me voltié y como pude regresé a mi casa. Al llegar le conté a mi madre lo sucedido, ella se puso a llorar y me dijo que me estaba pasando lo mismo que a mi abuela, que no quería que me pase lo mismo que a ella, que poco a poco se fué quedando sola, poque mi abuelo le decía que estaba loca y la dejó. Al escuchar esto me vestí y fuí a ver a Ana le conté las dos visiones que había tenido. Ella no me creía, me dijo que no creía en nada que tuviera que ver lo paranormal, le dije que me dolía mucho que ella me diera la espalda y que me dolía mucho que no me creyera. Me quité de su casa y no hablamos en semanas, hasta que una noche mientras dormía, tuve la más horrible visión: la madre de Ana se había ido a una disco con unas amigas y al salir de la disco un tipo las asaltó, la madre de Ana no dejó que el tipo le querái quitar su bulto y en el intento de quitárselo la mató, tenía en la mano una navaja y se la clavó en la garganta, rápido llamé a Ana y le pregunté si su mamá se encontraba en casa y me dijo que no , que salió con sus amigas y se fueron a una disco que estaba en el norte de la ciudad, le dije lo de la visión que tuve y que me esperara en su casa porque estaba llendo para allá. Me vestí, tomé un taxi sin decirle a mi madre y fuí a casa de Ana. Dieron las 3, las 4, las 5 y 6 de la mañana y su mamá no llegaba a la casa. Como a las ocho, tocaron a su puerta y eran dos policías con las amigas de su mamá y nos preguntaron quién era Ana Morales, mi amiga les dijo que ella y los policía le contaron el accidente de su mamá al salir de la disco y pude ver a Ana caer al piso y llorar sin parar. El velorio estuvo horrible, Ana se desmayó dos veces y me pidió perdón por no creer en mí desde un principio. Hoy, después de un año de ver accidentes, y cosas horribles, no he podido encontrar a alguien que me ayude y no puedo vivir tranquila pensando que algún día puedo ver a algunos de mis familiares morir en algun accidente.
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