extraño vicitante ( ficion )

 No puedo creer que en mi corta vida eh vivido tantas cosas... Como lo que escribiré a continuación...

No eran más de las 2 de la tarde cuando ocurrió algo que jamás en mi vida podré olvidar, algo muy extraño.

Yo estaba en la cocina (preparándome un pan con queso derretido) cuando escuché un sonido muy raro, provenía del patio. Fui corriendo, porque pensé que se había caído alguno de los floreros colgantes, pero no fue eso, fue algo mucho, mucho mas grande que un florero... ¡Fue un árbol!, me asusté mucho, pero noté que al árbol no lo había tirado el viento, sino que lo habían cortado. Pero no era un corte común... parecía estar hecho por una especie de garras, pequeñas, pero garras.
Tan grande fue mi inpreción que corrí a adentro de mi casa chillando como una loca y que bueno que no estaba mi madre, porque o si no me hubiera castigado por chillar tan fuerte.
(Jeje).
El asunto es que me armé de valor y salí al patio de nuevo y fui a mirar al árbol caído, después de todo había que sacarlo de ahí antes de que mi madre llegara. Pero el árbol ya no estaba. Yo creí que se lo pudieron llevar los encargados de la limpieza de la calle, pero me di cuenta de que alguien o algo estaba arrastrando el árbol. Con todo el miedo del mundo me acerqué a ver que sucedía y lo que vi fue algo impactante para mí: Un pequeño ser de tez amarilla y garras verdes con vestimenta desgreñada arrastraba el árbol. Creo que no se percató de mi presencia y siguió con su “labor”, yo me asusté tanto que no pude ni siquiera gritar., pero si pude salir corriendo. No sabía que hacer, estaba muy asustada. Cuando paré de correr me percaté de que ya estaba muy lejos de casa, pregunté direcciones pero todos me decían direcciones diferentes, hasta que tres me dijeron el mismo camino y lo seguí (no recuerdo en este momento hacia que dirección me dijeron que fuera) y encontré mi casa...
Escuché un grito de:

- ¡Ahhh!, ¡No puede ser!

Y fui corriendo porque se escuchó como la voz de mi mama, entonces lo vi...
Era ese extraño ser cortando más árboles y construyendo una especie de fuerte, que en la puerta decía escrito con letra roja y grande:

- No entrar

 

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