SOFIA Y SU MASCOTA
Escrito por
@ASTIKA
SOFIA Y SU MASCOTA
Silbaba el viento, aires de Avellaneda, Sofía y su papá vivían frente a la estación de tren, en la calle Baradero. Ambos disfrutaban los paseos por el parque Sarmiento.
Un domingo soleado, caminaban y de pronto, allí estaba callejero, sin nombre triste y con la pata rota. Se miraron y Sofi, leyó en esos pequeños ojos, “estoy solo” esa comunicación, sin palabras la movilizó.
Inmediatamente lo levantó, ... hay que curarlo.
Seremos sus enfermeros dijo el padre.
Lío en puerta y mamá? preguntó Sofía,... ya veremos.
Acá no entran perros dijo Marina enojada.
Tranquila le buscaremos un lugar, respondió su marido.
En la vieja y solitaria casa vecina en venta, maltratada por el tiempo, encontraron un húmedo cuartito, lo limpiaron y ubicaron una manta vieja, la mascota ya tenía su refugio. Con la pata curada, entablillada, leche y algunos huesos, ahí lo dejaron.
Los chicos de la cuadra lo bautizaron PICHO. Pasaba el tiempo, caminaba muy despacio y jugaba con quien se acercaba.
La madre a escondidas lo visitaba todos los días, hasta que su corazón se ablandó, ...tráiganlo le haremos un lugar en casa.
Corría por el jardín dando muestras de afecto y alegría, cuanta ternura, estaba feliz, tenía una familia. Siempre cerca, atento, protector, un compañero sin igual, éran su razón de existir.
Esa tarde de invierno, Marina y su tía, salieron de paseo, subieron al tren, sin observar que Picho trepó el escalón y paseaba de vagón en vagón buscándolas.
Ambas mujeres asombradas, sin saber que hacer al verlo, se acercaron a la puerta y lo arrojaron al terraplén, pobrecito rodó y rodó, las dos lloraban observando la escena, mientras el tren se alejaba.
Pasaron dos semanas en la casa todo era silencio y tristeza, nada se sabía de la mascota, la familia y los chicos del barrio, habían recorrido calles y mas calles, buscándolo sin resultado alguno.
Como todas las mañana, Sofía partía hacia el colegio.
En el garage, escuchó que rascaban y rascaban la puerta, su corazón latió aceleradamente, asustada abrió, y la gran sorpresa, quien estaba allí, mojado, embarrado, muy sucio pero moviendo la cola, feliz. Si, era Picho, después de quince días estaba nuevamente en su hogar.
Todo amor y fidelidad, como si recordara, que lo habían rescatado y curado.
Sus ojos solo transmitían agradecimiento y felicidad!!!
Cuantos recuerdos, cuantos momentos lindos vividos, cuanta alegría, cuanto amé a Picho.
“ Este es mi homenaje”.
Silvia
Comentarios
@VALTERINA
17/12/2011
quien siempre se crió entre mascotas, puede entender el amor que nos dan estos bichitos!!!!
mi mamá recogia cuanto perro vagabundo habiá en la calle, llegó a tener 17 perros en casa, e increíblemente nunca se pelearon entre ellos!!!!
maravillosaaaaaa historia!!!!!
besossssssssssss
Bianca
@ASTIKA
17/12/2011
Gracias Bianquita por tu elogio, compartimos el amor a las mascotas. Bsosssss
@MARIO
17/12/2011
Que Bonita historia Silvia!!! No hay como el cariño de las mascotas. Me gustó mucho. Beso. Mario
@ASTIKA
17/12/2011
Gracias Mario, por tu elogio. Solo quien la tiene o ha tenido sabe que se siente.Besossss
@MARIA_ROSAX
18/12/2011
Sil, me emocinaste muchisimo, gracias por esta historia real. Besos MR
@BETITA
18/12/2011
Qué hermosa historia Sil !! Muy tierna.
Besos, Be.
@ASTIKA
19/12/2011
Gracias Maria y Betita, celebro les haya gustado. Cariñossssss
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