Divagando

Escrito por
@PERICLES
Yo soy un tipo sencillo y complicado al mismo tiempo. De pronto estoy tranquilo, con la mente en blanco. Y de buenas a primeras me asaltan pensamientos que me desconciertan a mí mismo. Alguna vez me he planteado seriamente la posibilidad de visitar un psiquiatra. Pero enseguida me pregunté: ¿Para qué? ¿ Qué le diría, después de todo? Bueno, me respondí, le diré que estoy convencido de estar loco... Entonces me dí cuenta de que una característica propia de la locura es impedir que el individuo que la padece sea conciente de ella. Todo loco se cree cuerdo. Luego, me dije, no estoy loco. Tal vez lo que consideraba locura era simplemente imaginación, creatividad, ingenio...Ahí me frené. Porque si de algo he carecido toda mi vida es de ingenio, precisamente. Bueno, pensé, lo mío podría ser una personalidad divagante. ¡Eso sí! La verdad es que me la paso divagando. No sé si eso es muy cuerdo que digamos, pero es la única autodefinición que me conformó. Soy un divagante empedernido. Me la paso pensando en cosas que no entiendo, buscando respuesta a interrogantes que no las tienen. Sin embargo, no puedo evitarlo. Es como un impulso irrefrenable. Hasta llegué a pensar que Dios me había escogido para una misión especial en este mundo...después me desperté. Pero seguí preguntándome cosas. Me he preguntado, por ejemplo, por qué las miradas más profundas, cautivantes, hechiceras no nacen casi nunca de los ojos más bonitos. Por qué la voz cascada de una mujer enamorada tiene más fuerza que cien manadas de elefantes. Por qué tiemblo de frio algunas noches de verano. Por qué la luz de una sonrisa ilumina más que mil estrellas. Por qué no puedo dejar de pensar en ello. Y por qué, a pesar de todo, me gusta hacerlo....
Comentarios

25/01/2012
Muy Bueno!!! Gracias por compartirlo. Mario

25/01/2012
Al contrario, Mario. Un gusto que lo hayas leído y apreciado. Aunque, personalmente, creo que es sólo otro de mis divagues. Un abrazo...Pericles
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Las enseanzas de un padre/madre perduran en la vida de sus hijos dejando una huella que ni el tiempo ni las condiciones de cambios en la vida borran...
El silencio es un amigo que jams traiciona.
Confucio