Escrito por
@MARIO

31/01/2012#N39500

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Una tarde de otoño, casi a la caìda, dejaba ver todavía algún tenue rayo de luz en las hendijas de la persiana entrecerrada…
Estàbamos, en el ùltimo dormitorio de mi viejo, que habìa partido de gira con sus amigos de tantos años y sus letras celestiales…
Mi vieja yo hablàbamos como de nada, ella sentada en una silla al borde de su cama, su silla que la ayudaba a desvestirse cada noche, yo en el taburete del piano que supo tenerme muchas horas y años practicando.
La poca luz le daba en el rostro y mostraba todo lo bella que era.
Joven todavía, 53 años y ya dos de viudez, el rostro aniñado que siempre la acompanò, ni una arruga, sin maquillaje (nunca cruzò el umbral de una sombra  y un ligero làpiz de labios), la tez clara con algunas pecas y las canas que sobresalìan en el castaño claro de su cabello…
La observaba sufriendo la soledad de la falta…de esa vida sola que le dolìa…de ir a la capilla a rezar …o anotarse en alguna tarea social que mitigara las horas a solas…
Con mis 31 años la escuchaba… y trataba de entender su emoción contenida…le hablaba de los nietos, mis hijos y sobrinos, adentràndome en su soledad para sugerirle si no habìa pensado en encontrar otro compañero…
Que contara con mi asentimiento, entendìa que era joven y la vida le darìa otra chance si se animaba a vivirla, mi alma serìa de cero juicio, sin preconceptos…
Entre un ligero gesto, como sin rostro, fue saliendo “la voz cascada de una mujer enamorada con la fuerza de cien manadas de elefantes” (1), y la convicción de no negar ni cambiar su luto.
Secamente, pero con calma, me dijo que su vida de mujer habìa concluìdo con la muerte de mi viejo.
Que esperarìa “su tiempo” para reencontrarse y que no deseaba volver a sacar el tema…mientras unas làgrimas le enmarcaban la cara…
Un beso, comprensivo, en su mejilla sellò la charla y me dejò claro el lazo incorruptible que siempre admirè los conectara.

 

(1) el texto entre comillas le pertenece al copaginero Pericles, que permitio lo utilizara.
 

 

Comentarios

@AMIX

31/01/2012



Excelente texto Mario!!!  
@VALTERINA

31/01/2012



ohhhhhhhh..... el amor...... el verdadero amor entre dos personas es increíble!!!! 

tuve la fortuna de tener un papá y una mamá que se adoraban, y por suerte vivieron muchos años juntos, pero el día que se fue mi papá,  mi mamá ya no fue la misma!!!! 

graciasssssss Mario por compartir esta hermosa historia!!!!

besossssssssss

Bianca  
@MARIO

31/01/2012



Gracias Amir!!! esto me salió del alma, tengo esa imagen grabada. Abrazo. Mario  
@MARIO

31/01/2012



Gracias Bianquita, si como vos decís, es increíble. Vivían para ellos!!! Besossssssssssss. Mario  
@GLORIAND

31/01/2012



Me gusto mucho,me recordo  una charla con mi madre,cuando quedo viuda a los treinta y ocho años,y su respuesta fue,vos crees hija que cualquier hombre te trae jazmines en el bolsillo durante casi veinte años?.gracias por compartir sus escritos.  
@MARIO

31/01/2012



Gracias Gloria!!!, se que esto trae reflejos porque muchos lo hemos vivido, y valoro tus posteos en mis escritos. Cariños. Mario   
@PERICLES

01/02/2012



       

      Emocionante relato, Mario, de un amor no sólo real sino genuino. El "Hasta que la muerte nos separe", convertido en un "Más allá de la vida misma o más allá de la propia muerte", y vivido en carne propia. ¡¡Es maravilloso!! Me hiciste llorar de emoción...Gracias, PERICLES.

   
@MARIO

02/02/2012



Gracias Pericles !!! Fue asi, como lo cuento. Cuando vi la frase en tu posteo te pedì usarla porque fue la tonalidad de la voz de mi vieja. Me impresionò conestarme de vuelta de esta manera.

Te agradezco la valoraciòn que le das y disfruto con el posteo.

Abrazo

Mario  
@ASTIKA

10/02/2012



Admirable sentimiento el amor incondicional, y  tu forma de narrarlo,  transmite  magia.

Silvia