MEMORIAS DE DOS GEISHAS DESABRIGADAS 3
Escrito por
@AMARULA
MEMORIA DE DOS GEISHAS DESABRIGADAS 3
El lunes a media mañana sonó el celular de Geisha Gorda, en él se leía el siguiente mensaje textual, proveniente del celular de Geisha Flaca: “Conocí un tipo en el Chat y quiere que el Sábado nos conozcamos”.
A lo que
- Hola – le dijo- no ves que perdemos más tiempo y plata mandándonos mensajes. ¿Porqué no me llamás por teléfono?
- Por que no me animaba a decirte donde quedamos en encontrarnos.
- ¿Dónde quedaron? ¿Ya quedaron? hoy es Lunes.
- Sí, ya quedamos por que él, esta semana la tiene muy cargada de trabajo y no se va a poder conectar.
- Bueno… vamos…- dijo
- A
- No te preocupes, el sábado vamos a
El Sábado salieron a las 23hs. tenían planeado ir a tomar un Beilys y una Amarula al Pub de la estación Martínez, hacer tiempo un rato, tomar un taxi y llegar a
Pero la mujer propone y Dios dispone: cuando llegaron al Pub de la estación estaba hasta las pelotas, no había ni un lugarcito en la barra para amurarse.
Salieron con el pico seco.
- ¿Vamos hasta Libertador caminando?- preguntó Geisha Gorda a Geisha Flaca, que lucía una minifalda espectacular acompañada de unas botas taco aguja-
- Si nos vamos de acá caminando, vamos a tener que ir hasta
- Hagamos como quieras, yo con mis botas de montar truchas, puedo caminar hasta la luna- comentó
- Vamos, pero despacito- contestó
- ¿Te llamó el tipo del Chat para ver dónde se encuentran?
- No. Quedamos en que yo le mandaba un mensaje cuando estemos por entrar.
- Y ¿estás segura que va a ir? ¿no se hablaron en toda la semana?
- Estoy segura que va a ir, insistió tanto que me hizo pensar que era algo serio. No hacía falta que volviéramos a hablar, me ha dado su palabra de hombre.
- Los hombres han perdido la palabra y para ellos echarse un polvo, si, es algo sumamente serio.
- No me pinchés el globo porfi -dijo
Entraron y
Se levantó y le dijo a
- Vamos afuera que quiero fumar.
- Afuera hace frío.
- Y adentro no puedo fumar- dijo
- ¿Qué te pasa?- preguntó
- Llamá a la moza y pedime un café.
- ¿Un café vas a tomar, no querés algo que te levante un poco el espíritu?
- No. Tengo que estar sobria por si me cruzo con mi ex.
- Pero si tan mal te pone ir a ese boliche de mierda, me lo hubieses dicho antes- se acerco la camarera y pidió- dos cafés, uno con cianuro que me quiero suicidar!
Se quedaron en silencio hasta que trajeron los cafés y entonces
- Es que quiero ir, no es justo que yo no pueda ir donde quiero, por que el “Yo-yo” se cree que ese lugar es de su propiedad. Si yo misma lo llevé por primera vez, si antes no conocía nada más que el bar de la plaza, el muy infeliz.
- Bueno Gordita, entonces pensá en relajarte y en que tu ex no se va a poder ni acercar, por que vamos a pasar la noche con dos machos espectaculares.
- Sí, si- dijo
- ¿Sabés lo que nunca me dijiste?
- ¿Qué?
- ¿Por qué a tu ex todos lo llaman el “Yo-yo”?
- Por que va y vuelve hasta las manos.
- Vamos - dijo
- Esperá que me cayó mal el café y tengo que ir urgente al baño.
- No sé si voy a llegar en estas condiciones al boliche dejá que me tome dos loperamidas y esperemos unos minutos.
- Vamos, es ahora o nunca.
- ¿Estás segura?
- Si voy a ir respirando hondo como me enseñaron en meditación y modulando las vocales para depurar mis chacras, vos si querés me podés acompañar.
Y fueron bajando la barranca las dos, (entre las garitas de vigilancia de las mansiones más caras de zona norte), en plena madrugada, vocalizando los mantras para controlar entre otras cosas los esfínteres.
Al llegar a la vía (diez cuadras más), los tacos agujas de
Caminaron hasta el boliche (tres cuadras más) entre los bocinazos y las guarangadas de los tipos que pasaban en auto por la calle.
El de vigilancia les avisó:
- Hay demora para entrar. Estamos con la capacidad completa.
Las mujeres se miraron con entereza. Donde iban a ir, tenían que esperar, no había opción.
Mientras esperaban, en la puerta del lado de afuera, podían observar la multitud de gente conocida que estaba en el lugar.
Pasaron 15 minutos y aún no habían podido entrar y el tipo del Chat no había contestado tampoco.
El celular del tipo estaba apagado.
Cuando fueron las próximas a entrar y les abrieron las puertas para cobrarles la entrada, las dos pudieron ver a unos pocos metros la silueta inestable de “Yo-yo”.
Ambas se miraron y no hubo nada que decir, se conocían bien. Salieron por donde habían entrado, volvieron a cruzar la vía y subieron penosamente la barranca.
Mientras tanto La gorda primero dijo:
- Todos los hombres son iguales.
- Algunos son peores- contestó la flaca.
Tenían la intención de tomarse un trago, en el Pub de la estación de Martínez (23 cuadras más), pero era tan tarde que estaba cerrado. Siguieron caminando hasta "The 1" (Pacheco y Santa fe 8 cuadras más)) y allí por fin, se pudieron sentar tranquilas, a tomar ese trago que se venía posponiendo durante toda la noche:
- Un Beilys y una Amarula- pidió
Comentarios
27/09/2012
Larguiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimooooooooooooooooooo
27/09/2012
pero esto no lo publicaron hace una semana? cua...
27/09/2012
Majito, son varios cuentos de los mismo personajes.
Muy buenas estas crónicas de las geishas mas argentas del mundo!!
Ruth