REFLEXIÓN

A lo largo de mi vida, siempre fui soñadora, conforme crecí , aún con lo las etapas que acompañan la madurez individual, soñando siempre con castillos, príncipes, princesas, nunca dejé ni he dejado de soñar, claro que el amor existe, se esto al ver a mis hijos, ya grandes, haciendo su vida, sueño todavía con el amor de mi vida, está en algún lugar.
No tiene rostro, pero, se que me encontrará.
Lo más bello, sentir esa ternura, que tan bien me haría, la calidez de su mano tomando la mis
Ese sentir a flor de piel,y sonrío, mientras escribo.
No importa el tiempo, distancia ni nada, seré plenamente feliz
Por eso digo, voy a vivir, voy a reír, voy a bailar, seguir soñando, porque, los sueños se hacen realidad.

 

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