a mi hijo

Este es el discurso que en nombre de los padres, pronunciè el dìa que mi hijo prometiò lealtad a la Bandera:

BONAE AER SEXTO POST IDVS IUNII, ANNO MMIV.-

FERDINANDUS XAVIERUS PATER AC TIGRIS FERDINANDUS SUO OPTIMO FILIO SALUS ET LONGAM ET FELICEM VITAM SPERAT.-


Hijo:

Hoy vas a cumplir tu primera obligación como ciudadano.- Dentro de unos años más, vas a tener que elegir a tus gobernantes, pagar tus impuestos y sobre todo obedecer las leyes.-

Vas a prometer lealtad a la bandera que creara un argentino que dio todo a sus conciudadanos, sin pedir anda a cambio, una bandera creada pro un hombre que tuvo que hacer la guerra siendo un hombre de paz y que para diferenciarla de las de otros países no agregó el en ella el color rojo de la sangre, pues quería que la Argentina fuese una Nación de paz.-

Manuel Belgrano, “Manolo” para los amigos, fue una persona ejemplar en todos los aspectos de su vida.-

Como hijo, usando sabiamente el dinero que sus padres reenviaban a España, cuando cursaba sus estudios de leyes en la Universidad de Salamanca, al punto que habiéndose graduado como abogado, sus padres lo alentaban a que siguiera estudiando para obtener el grado de Doctor en Leyes, a lo que el en ese entonces ”Manolito” se negó, diciendo en una carta a su madre, que el grado de Doctor era innecesario pues como abogado, podía trabajar, por lo que se volvería a Buenos Aires en el primer barco que saliese.-

Siendo vocal de la Primera Junta, se enteró que había sido designado General en Jefe del Ejercito que marcharía al Paraguay.- El único problema era que nunca había dirigido soldados como militar profesional.- Sin decir una palabra, vistió el uniforme que le dieron, y se puso al frente de un ejército sin saber que es lo que debía hacer; solo porque la Patria lo necesitaba en ese momento como militar, aunque no lo fuera.- En plena campaña se dio el lujo de fundar dos poblaciones.- Obtuvo una victoria y dos veces fue derrotado, pero cumplió su misión, Paraguay se declaró independiente del rey de España.-

Después se lo nombró Comandante del Ejército del Norte, que de Ejército, solo existía en el papel, pues sus soldados no tenían armas, ni vestuarios, y por supuesto no se le pagaban sueldos. Con su sola voluntad, convirtió a esa banda de desarrapados en una perfecta máquina de guerra al tiempo que pedía al entonces Cnel San Martín, que le enviase algunos cuadernillos de instrucción militar para aprender sobre el arte de la guerra; pues por cartas había labrado una profunda amistad con el Libertador.- Después de vencer en Tucumán y Salta, sonó el dinero con que se lo premió para fundar escuelas.- Luego de ser vencido en Vilcapugio y Ayohuma, se puso a las órdenes de San Martín, que había sido nombrado reemplazante de Belgrano y practicó la instrucción militar como si fuese solo un soldado raso, a pesar de ser General.-Por su modestia, sentido del deber y del honor en el cumplimiento de las misiones que le gobierno le encargaba, dijo San martín de Don Manuel: “Es lo mejor que tenemos en la América del Sur”

Ponía lo mejor de sí para cumplir con sus deberes, aunque la tarea no le agadase.- Ente batalla y batalla traducía libros del inglés, y seguía estudiando como mejor podía, pues pensaba que solos e progresa mediante la educación.-

Al aceptar los desafíos que le oponía el tiempo en que vivía se convirtió en un prócer.- No tuvo verguenza en reconocer sus limitaciones, y subordinarse a quienes eran más capaces que él.- La vida militar para la que no estaba preparado, quebrantó su ya frágil salud, es más, por sus enfermedades no podía montar a caballo, y sin embargo, a caballo guiaba a sus tropas hacia el campo de batalla.- y sobre todo no exigía a los demás nada que él no supiese hacer también.-

Querido Nahuel, hay cosas que no se dicen todos los días, pero hoy, que prometés lealtad a tu bandera, son apropiadas: Mi misión como papá es lograr que sigas ese camino que trazaron Belgrano, San Martín, y todos aquellos que hoy llamamos Padres de la Patria, no solo como ciudadano, sino como hijo; y en el futuro como padre.- Si lo logro podrè decir las mismas palabras que aquel veterano general macedonio, después de seguir en sus victorias y conquistas al hijo de Filipo el Grande: “Ahora puedo estar tranquilo, viendo a Alejandro sentado en el trono de Darìo”, es decir: mi hio ya esta preparado para enfrentar todos los desafìos que la vida le imponga.-

De que manera debo hacerlo? Nos lo explica mejor el poeta Almafuerte, en esta poedìa dedicada a su hermana Casrmen:




Hijos y padres

Como lluvia copiosa sobre el suelo,
Como rayo de sol sobre la planta,
Como cota de acero sobre el pecho,
Como noble palabra sobre el alma;
Para los hijos de tus entrañas,
Debe ser tu cariño hermana mía,
Riego, calor, consolación y gracia.-

Como tierra sedienta de rocío,
Como planta en la sombra sepultada,
Como pecho desnudo en el peligro,
Como guerrero inerme en la batalla,
Así, en la ardiente contienda humana,
¡Ay! Los hijos que pierden a sus padres,
Pierden riego, calor, escudo y lanza.

Como nube de arena que no riega,
Como sol que no alumbra en la borrasca,
Como roto espaldar que no defiende
Como consejo que pervierte y mancha,
Así malditos, padres sin alma,
Son aquellos que niegan a sus hijos,
Consejo, amor, ejemplo y esperanza.-

Como fecunda tierra agradecida,
Como planta que al sol sus flores alza,
Como pecho confiado tras la cota,
Como hasta Dios se magnifica el alma,
Así, los hijos cuando los aman,
Dan plantas de virtud sobre esta tierra,
Frutos de bendición como esas plantas,
Arranques de valor como esos pechos,
Rayos de inmensa luz como esas almas.-

Pedro B. Palacios (Almafuerte)

 

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