A veces no podemos llorar...
Publicado por
@MALAURA
Lloradurías donde cultivar lágrimas humanas: el regalo de Günter Grass.
«Porque no se ha dicho que cuando el corazón se desborda los ojos hayan necesariamente de llorar; los hay que no lo logran nunca, sobre todo durante los últimos decenios pasados. Por eso algún día se designará a nuestro siglo como el siglo sin lágrimas. A causa de todos los sufrimientos, y por esta falta de lágrimas, la gente iba al Bodegón de las Cebollas. Hacía que el dueño sirviera una tablita de picar, un cuchillo de cocina y una vulgar cebolla, de jardín o de campo, y la gente iba cortándola en pedacitos cada vez más pequeños hasta que el jugo lo lograba. ¿Qué lograba? Lograba eso que el mundo, y el dolor que hay en él, no lograban producir, a saber: la lágrima esférica y humana. Allí sí se lloraba. Allí, por fin, volvíase a llorar. Se lloraba discretamente, o sin reserva, abiertamente. Allí corrían las lágrimas y lo lavaban todo. Allí llovía, Allí caía el rocío. Y después de aquel diluvio, los asistentes al Bodegón de las Cebollas, libres ya de sus lágrimas, hablaban. Vacilantes aún y sorprendidos por la novedad abandonaban su discreción y se comunicaban unos con otros. Y así, cada vez que volvía a endurecerse su corazón, se secaban sus ojos, lo que los hacía volver al Bodegón de las Cebollas».
Comentarios
23/04/2015
Fabuloso !! Gracias !! Mónica
23/04/2015
Viste? A veces es necesario poder visitar aquel Bodegón y llorar a mares , para poder volver a empezar. Besote y gracias por tu comentario. Lau
23/04/2015
Es tal cual !! Gracias Laura !!
23/04/2015
...que sentimientos tan genuinos como el dolor, la alegría, la pérdida, la satisfacción pueden generar esa lágrimas necesarias para poder equilibrar el horizonte de las emociones...
y cuantas veces las reprimimos...
Me costó años de terapia aprender a llorar lo necesario...cuando sea y como sea...
Porque fuí educado con el mandato..."los hombres no lloran" y eso marca una vida entera...Pero pude dar vuelta la "historia"...y cuando me las debo las aprovecho esas bien ganadas lágrimas.
Gracias por compartir tan bonito escrito.
Mario
23/04/2015
Qué lindo lo que decís, Mario! Y qué privilegio eso de haber aprendido a llorar. Confieso que yo no siempre puedo y a veces una peli o una historia de otros, disparan lágrimas acumuladas que después debo ponerme a descifrar. Será por eso que me conmovió lo del Bodegón. Te mando un abrazo de esos donde uno a veces puede llorar, como decía Oliverio Girondo, a lágrima viva.
Laura
23/04/2015
Gracias Laura. Muy lindo. Mario