Porque aún te amo

En las más implacables impiedades del invierno necesito el calor de tu recuerdo para sobrevivir. En las más abismales profundidades del infierno, busco tu mano para salir. No me rehúyas, no te me alejes, alma mía. Acercate antes, para iluminarme. Arrímate a mi corazón un solo tierno instante. Presiénteme en tus adentros, sospéchame en tus sueños, vislúmbrame en tus ilusiones. Séa yo el náufrago del océano de las soledades que hoy hayas decicido rescatar, no con la limosna de tu compasión sino comprendiendo, simplemente, que aún te amo...

Porque aún te amo, y si puedes comprenderlo, está todo dicho...

 

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