SER FELIZ Y HACER FELICES
Escrito por
@SIMPLEMENTEMUJER16
Esta "poesía" la escribí siendo muy jovencita, cuando el primer dolor de mujer me hizo salir de la burbuja en la que vivía.
Me decían que el mundo en que vivimos,
Se corrompe y destruye día a día,
Que el amor es sólo sexo, la amistad es interés,
La dignidad ya no existe, y no hay un amigo fiel.
Que los jóvenes de hoy,
Se ríen de la poesía, se burlan de la ternura,
Que tan sólo se divierten con placeres endiablados.
Yo no podía creer, no entendía,
No podía comprender, que de verdad existía,
Tanta gente pervertida.
Pero pasaron los días, los meses y los años,
Y llegó el día cruel,
En que mis ojos, mi alma,
Mis oidos, mis sentidos,
Llegaron y se estrellaron,
Ante el primer desengaño.
Fue duro el golpe, me hirió profundo,
Sangró esa herida incesantemente,
Hoy ya no sangra, tampoco duele,
Pero mi alma quedó marcada,
Y tienen miedo mis sentimientos,
De querer mucho y que los engañen.
Mi fe y confianza se fueron lejos,
Las llamo a gritos .... no me responden.
Bombardearon mi interior,
Destruyeron lo más bello,
¿Cómo voy a sacar frutos
de un árbol que ya está seco?
#-----------------
NO PUEDE SER, ME RESISTO!!!
Algo bueno ha de quedar,
Y por poquito que sea,
De una vez he de empezar,
A luchar para que crezca,
Se agrande y se multiplique,
Para que pueda algún día,
Ser feliz y hacer felices ......
Lidia
(Valor literario casi nulo, pero refleja fielmente la angustia casi trágica que embarga a una jovencita cuando se enfrenta a su primer gran dolor y finalmente, la esperanza y la fuerza optimista que naturalmente se tiene a esa edad)
Me decían que el mundo en que vivimos,
Se corrompe y destruye día a día,
Que el amor es sólo sexo, la amistad es interés,
La dignidad ya no existe, y no hay un amigo fiel.
Que los jóvenes de hoy,
Se ríen de la poesía, se burlan de la ternura,
Que tan sólo se divierten con placeres endiablados.
Yo no podía creer, no entendía,
No podía comprender, que de verdad existía,
Tanta gente pervertida.
Pero pasaron los días, los meses y los años,
Y llegó el día cruel,
En que mis ojos, mi alma,
Mis oidos, mis sentidos,
Llegaron y se estrellaron,
Ante el primer desengaño.
Fue duro el golpe, me hirió profundo,
Sangró esa herida incesantemente,
Hoy ya no sangra, tampoco duele,
Pero mi alma quedó marcada,
Y tienen miedo mis sentimientos,
De querer mucho y que los engañen.
Mi fe y confianza se fueron lejos,
Las llamo a gritos .... no me responden.
Bombardearon mi interior,
Destruyeron lo más bello,
¿Cómo voy a sacar frutos
de un árbol que ya está seco?
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NO PUEDE SER, ME RESISTO!!!
Algo bueno ha de quedar,
Y por poquito que sea,
De una vez he de empezar,
A luchar para que crezca,
Se agrande y se multiplique,
Para que pueda algún día,
Ser feliz y hacer felices ......
Lidia
(Valor literario casi nulo, pero refleja fielmente la angustia casi trágica que embarga a una jovencita cuando se enfrenta a su primer gran dolor y finalmente, la esperanza y la fuerza optimista que naturalmente se tiene a esa edad)
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