UNA PEQUEÑA REFLEXION

Escrito por
@SERGIO_PARA_VOS

23/09/2005#N6701

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A través de los años, uno va buscando la perfección en todas las cosas, lo cual se sabe, resultará imposible, y no por pesimismo, simplemente se debe a que la perfección no existe, dado que cuando uno logra alcanzar un determinado nivel de satisfacción, se da cuenta que le falta otro tramo mas por recorrer, y así sucesivamente por siempre. Pero esto en sí, nos demuestra lo cautivante que es la vida, esa permanente búsqueda nos permite sentir, desarrollar y proyectar nuestro futuro, sin tomar en cuenta nuestra edad o el cansancio de nuestros tropiezos.

Dentro del mar de las tribulaciones que afrontaremos en todo este apasionante camino, sabremos optar por lo correcto, como así también por lo equívoco, que sin duda será éste uno de los mas frecuentes, pero el cual nos permitirá llegar al atajo del acierto mas adelante, ese acierto que nos brindará la tranquilidad cuando nos miremos al espejo, de no ver arrugas en nuestros rostros, simplemente estaremos contemplando el mapa que nos lleva a los tesoros obtenidos.

Llegará la duda sobre que será lo más importante para una persona, su pasado, su presente o su futuro?. Como parte contradictoria de la vida, si uno se detiene a hablar de ella, nunca podrá comenzar por el pasado, deberá hacerlo por el futuro, porque el pasado es el presente, y el presente es el futuro que construimos. Será entonces cuando comprendamos que no tenemos un pasado definido, como así tampoco un presente determinado, solamente contamos con nuestro futuro incierto.

Cuando estemos concluyendo el camino, llegaremos a las gratificaciones de vida, y en ese momento veremos cuan importante son. Claro que solo lo sabremos cuando miremos por sobre nuestros hombros nuestro sendero, y observemos la siembra a recoger, tal vez encontremos hermosas hectáreas de trigos dorados, muy semejantes a seres queridos; extensos campos de algodones, muy similares a los grandes logros intangibles del alma; y también, pero no muy necesariamente, algunas huertas de riquezas terrenales. Será éste el momento donde aprenderemos la última lección: si una lágrima recorre nuestra mejilla, será porque obtuvimos una gran cosecha, pero si rompemos en llanto, nos daremos cuenta que no supimos cultivar las nobles semillas de sabiduría que ofrece la vida.





 

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