Que no te pase nunca, amigo
Volvió como si nada, estrenando sonrisa,
sentí el beso tibio, la caricia en el pelo,
se demoró un segundo en la puerta del cuarto
como dudando... ¿estará todo igual?
ya resuelta abrió el placard,
uf!, nada cambió, o casi nada...
Allá, al final de la fila de vestidos,
casi imperceptible, semioculto,
como tímido o perdido
un color no familiar ganó sus ojos,
estiró el brazo casi distraída,
fingiendo desdén, como si acaso...
era seda al tacto y de la buena,
la caída era grácil y elegante,
el talle exacto... o al menos parecía.
Me miró de reojo, en silencio,
le sostuve la mirada, indiferente,
achicó los ojos, como siempre
que pretendía encenderme en el deseo;
su mano jugueteaba con la tela,
arriba, abajo, sin soltarla,
al fín un -¿y ésto?- pudo más
y el aire de nuevo se hizo respirable;
alcé los hombros, giré y me fui despacio,
-no sé, alguien se lo habrá olvidado-
dejé caer mientras me alejaba.
Bajó la cabeza y soltó el vestido,
recogió la cartera de la cama
y se fué sin decir una palabra.
Nunca supo que era para ella,
que la esperaba allí
desde mucho antes del regreso,
el odio y la venganza fueron el peso
que cerró con fuerza mi garganta...
no pude decirle, nunca pude,
que jamás hubo otra ni ha de haberla,
que su paraguas la aguarda tras la puerta,
que mi cama está fría, desolada,
que sin ella el resto importa nada
que a pesar de todo yo la amaba...
pero siento que ya nunca más
podrán alcanzarla mis palabras.
sentí el beso tibio, la caricia en el pelo,
se demoró un segundo en la puerta del cuarto
como dudando... ¿estará todo igual?
ya resuelta abrió el placard,
uf!, nada cambió, o casi nada...
Allá, al final de la fila de vestidos,
casi imperceptible, semioculto,
como tímido o perdido
un color no familiar ganó sus ojos,
estiró el brazo casi distraída,
fingiendo desdén, como si acaso...
era seda al tacto y de la buena,
la caída era grácil y elegante,
el talle exacto... o al menos parecía.
Me miró de reojo, en silencio,
le sostuve la mirada, indiferente,
achicó los ojos, como siempre
que pretendía encenderme en el deseo;
su mano jugueteaba con la tela,
arriba, abajo, sin soltarla,
al fín un -¿y ésto?- pudo más
y el aire de nuevo se hizo respirable;
alcé los hombros, giré y me fui despacio,
-no sé, alguien se lo habrá olvidado-
dejé caer mientras me alejaba.
Bajó la cabeza y soltó el vestido,
recogió la cartera de la cama
y se fué sin decir una palabra.
Nunca supo que era para ella,
que la esperaba allí
desde mucho antes del regreso,
el odio y la venganza fueron el peso
que cerró con fuerza mi garganta...
no pude decirle, nunca pude,
que jamás hubo otra ni ha de haberla,
que su paraguas la aguarda tras la puerta,
que mi cama está fría, desolada,
que sin ella el resto importa nada
que a pesar de todo yo la amaba...
pero siento que ya nunca más
podrán alcanzarla mis palabras.
Más notas de PoesiasVer todas
Más notas de Poesias
LOS MALOS VIENTOS
@X1 01/12/2005
Cabe una lagrima
@MARCE9 30/11/2005
Poesia del Mariposa TIGRES
@SERGIO 01/07/2018
BURBUJAS DE AMOR... BETTYSPIN
@BETTYSPIN 05/09/2016
Todo gran amor no es posible sin pena.
Proverbio italianoLa vida es as"Calienta y enfra,aprieta y luego afloja,calma y despus se inquieta"Lo que ella quiere de la gente es coraje.
Guimaraes RosaARG
47
Odia las matemáticas, ama los remolinos (violeta parra) Me gusta leer, la mú
¿CONOCERLA?
Más Mujeres
ARG
HOMBRE de 53 en Tres de Febrero
Usuario de prueba encontrarse.com Lo utilizamos para realizar pruebas del s
¿CONOCERLO?
Más Hombres