UN MOMENTO

Publicado por
@JORJAR
Un momento
Fue hace mucho, los años no significan nada,
la vida no es cadena de tiempos sucesivos,
mas de puntos variables, inconexos, bandada
de palomas y buitres, de hombres muertos y vivos.
En uno de esos puntos me encontré contemplando,
una de tantas veces, o tal vez la primera,
sobre la azul marisma el crepúsculo blando,
entre los tamarindos que orlan la carretera
de Cicero a Santoña, junto al viejo convento.
Era denso el silencio; ya el canto gregoriano
de los frailes había cesado su lamento;
dormía la cantera que muerde Montehano.
Alzaban las gaviotas sobre el agua su presa,
y las llamas rojizas del ocaso incendiaban
todo un cielo de nubes. Una barca regresa,
cantan los pescadores, las faenas se acaban.
Está alta la marea; la superfice ondula
tan lenta, suavemente, que casi es un espejo;
la luz se desvanece, la tarde capitula,
y las estrellas siguen a la luna en cortejo.
Permanecí mirando, yo solo en aquel punto;
sin nadie más, el mundo a mí supeditado:
La belleza, la calma, el detalle, el conjunto,
todo mío, aunque nadie nunca me lo haya dado.
Era un momento sólo, sin conexión alguna
con cualquier otro instante, lugar, ocasión, hora;
no del río del tiempo, sino aislada laguna,
no por tal menos bella, menos evocadora.
AUTOR:
Francisco Alvarez Hidalgo
Fue hace mucho, los años no significan nada,
la vida no es cadena de tiempos sucesivos,
mas de puntos variables, inconexos, bandada
de palomas y buitres, de hombres muertos y vivos.
En uno de esos puntos me encontré contemplando,
una de tantas veces, o tal vez la primera,
sobre la azul marisma el crepúsculo blando,
entre los tamarindos que orlan la carretera
de Cicero a Santoña, junto al viejo convento.
Era denso el silencio; ya el canto gregoriano
de los frailes había cesado su lamento;
dormía la cantera que muerde Montehano.
Alzaban las gaviotas sobre el agua su presa,
y las llamas rojizas del ocaso incendiaban
todo un cielo de nubes. Una barca regresa,
cantan los pescadores, las faenas se acaban.
Está alta la marea; la superfice ondula
tan lenta, suavemente, que casi es un espejo;
la luz se desvanece, la tarde capitula,
y las estrellas siguen a la luna en cortejo.
Permanecí mirando, yo solo en aquel punto;
sin nadie más, el mundo a mí supeditado:
La belleza, la calma, el detalle, el conjunto,
todo mío, aunque nadie nunca me lo haya dado.
Era un momento sólo, sin conexión alguna
con cualquier otro instante, lugar, ocasión, hora;
no del río del tiempo, sino aislada laguna,
no por tal menos bella, menos evocadora.
AUTOR:
Francisco Alvarez Hidalgo
Más notas de OtrosVer todas
Más notas de Otros

LA MANO SOBRE EL VIENTRE
@JORJAR 09/05/2007

ATENCION ORGANIZADORES DE ACTIVIDADES
@PTT 08/05/2007

ANTES DE QUE JUZGUES
@ANGEL_AZUL 26/02/2014
UN MINUTO DE DECISIN, SON 30 AOS DE SATISFACCIN.
JUAN C LATINOEn la calesita como en la vida, nunca sabemos cual ser la ltima vuelta. En la calesita como en la vida, a veces una suerte, una sortija, nos otorga una esperanza, una vuelta ms, una vida ms.


ARG
51
Odia las matemáticas, ama los remolinos (violeta parra) Me gusta leer, la mú
¿CONOCERLA?
Más Mujeres
