"SOLAS Y ACOMPAÑADAS"...

Es triste, sí,..muy triste
No había tomado conciencia de la distancia que existe entre las casadas y las solteras (o solas, da lo mismo).

Yo tenía una amiga inseparable con la que compartía hasta las deudas, pasando por la lágrima y el renunciamiento a una salida para acompañarla cuando se sentía muy sola.
Hoy mi amiga está en pareja y yo pasé a ser su enemiga, o por lo menos alguien a quien debe tenerse bien lejos. Me costó mucho entender por qué. Ocurre que para las "casadas" nosotras que seguimos solas, "podemos" hacer lo que queremos, cuando queremos, donde queremos y con quien queremos... incluido su marido. Ahora yo me pregunto ¿Y ella no? O ya se olvidó de todo lo que hizo en su búsqueda desesperada para encontrar a "alguien"?
¿El título de esposo-esposa te convierte en invulnerable, protege, aísla, impide, jerarquiza y qué se yo cuántas cosas más? ¿Estar con alguien anula tus sentidos, sensaciones, ganas, emociones y te obliga a, de por vida? Aunque pensándolo bien, esto sería lo de menos, cada uno vive como puede o como lo dejan, pero la amistad es otra cosa.
Me duele profundamente que mi casi hermana y compañera inseparable, me mire con lástima porque ella tiene un hombre por contrato y yo no. La conozco tan bien que se lo que hace aunque ahora no lo cuente. Lo que antes significaban noches de largas charlas y confidencias pasaron a ser secretos de estado. Una esposa "tiene pensamientos sólo para su hombre", eso es lo que marca la sociedad y las buenas costumbres y la discreción es el precio para no perder imagen y estabilidad –Tal vez no esté mal, más que ser hay que aparentar- pero lo lamentable es que en algunos casos la hipocresía, el egoísmo y el miedo a perder pasan a ser tu motivo de vida. Claro, seguramente me dirás que esa no era una amiga, pero te puedo asegurar que sí lo fue y aunque no lo creas, la entiendo. ¿Vos no?

Este es un relato casi en borrador provocado por el insomnio, pero no está demasiado lejos de la realidad que viven las mujeres a las que la vida las transformó en parias del afecto... Para pensar

Alicia

 

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